Este año podría ser el primero en alcanzar un calentamiento global de 1,5 °C sobre niveles preindustriales (1850-1900), rompiendo el récord anterior de 0,60 °C por encima del promedio de 1991-2020. Este hallazgo, respaldado por Copernicus, Berkeley Earth y la Oficina Meteorológica del Reino Unido, coincide con la cumbre climática COP29 en Azerbaiyán.
El fenómeno de El Niño intensificó el calentamiento al inicio del año, pero el exceso de calor persiste incluso tras su desaparición. Este aumento en las temperaturas afecta directamente a personas y animales, incrementando los desastres naturales. Se estima que tres de cada cuatro personas enfrentarán fenómenos climáticos extremos en las próximas dos décadas.
La energía adicional en la atmósfera provoca que los sistemas climáticos se vuelvan cada vez más extremos. En el último mes, esto ha contribuido a inundaciones mortales en Valencia, el huracán Milton en Estados Unidos, incendios forestales en Perú y la pérdida de toneladas de arroz en Bangladesh, lo cual ha elevado su precio.
Celeste Saulo, Secretaria General de la Organización Meteorológica Mundial (OMS), advierte que eventos como lluvias e inundaciones sin precedentes, ciclones, olas de calor y sequías son una «nueva realidad» y anticipan un futuro desafiante. A pesar de que superar los 1,5 °C no significa haber rebasado permanentemente el objetivo del Acuerdo de París, algunos investigadores creen que ya hemos alcanzado ese umbral.
El científico del clima Mark Howden, de la Universidad Nacional de Australia, advierte que, sin una reducción drástica en las emisiones, el planeta podría encaminarse hacia un calentamiento de hasta 3 °C. Con aproximadamente 1,25 °C de calentamiento por década, impactos devastadores en sistemas ecológicos y económicos globales ya se están viendo.
Howden explica que, al acercarnos a niveles de 2,5 °C o más, los costos y efectos del cambio climático serán descomunales. Los costos de reducir emisiones son inferiores a los costos de un cambio climático incontrolado.
Reducir las emisiones de combustibles fósiles sigue siendo la meta, tal como lo establecieron los primeros informes del IPCC en 1990. Sin embargo, las emisiones siguen aumentando. Durante la COP29, Azerbaiyán busca nuevos acuerdos sobre combustibles fósiles, aunque la eficacia de estas cumbres es cuestionada por investigadores y expertos en clima.
Durwood Zaelke, del Centro para el Derecho Ambiental Internacional, advierte que permitir la expansión de combustibles fósiles mientras la crisis climática avanza es contraproducente. “Cada fracción de grado de calentamiento cuenta”, enfatiza Saulo. Reducir el calentamiento hoy podría salvar millones de vidas en el futuro.
Fuente: WMO