La evidencia sugiere que el virus causante de la enfermedad de Covid-19 genera estragos en nuestro organismo que no se limitan a nuestros pulmones. Quienes han padecido la enfermedad, sobre todo los casos más severos, saben que incluso meses después de la infección, los síntomas persisten.
Un riguroso y sólido análisis realizado en Reino Unido, encontró que, de hecho, el Covid-19 deteriora la capacidad cognitiva, causando un envejecimiento equivalente a 20 años. Los autores del estudio publicado en eClinicalMedicine, indican que la recuperación sería lenta, y en algunos casos no ocurriría.
El experimento involucró a 46 personas que contrajeron Covid-19 y, seis meses después haberse infectado, los investigadores los supervisaron utilizando una herramienta llamada Cognitron. Esta les permitió evaluar la evolución de la memoria, atención y razonamiento de los pacientes, así como trastornos de ansiedad, depresión y estrés postraumático.
Como no contaban con datos previos a la infección de los pacientes, los científicos decidieron comparar sus resultados con un grupo de control de 460 personas.
Deterioro cognitivo
Los resultados mostraron que los impactos mentales de la Covid-19 grave seis meses después pueden ser equivalentes a envejecer 20 años o perder 10 puntos de coeficiente intelectual. Según los especialistas, estos cambios son distintos a los observados en la demencia temprana o el envejecimiento general.
«El deterioro cognitivo es común a una amplia gama de trastornos neurológicos, incluida la demencia e incluso el envejecimiento rutinario, pero los patrones que vimos, la «huella digital» cognitiva de Covid-19, eran distintos de todos estos«, comenta David Menon, de la Universidad de Cambridge.
Los resultados mostraron que las personas que sobrevivieron al Covid severo tenían una menor precisión y un tiempo de respuesta más lento.
La precisión en las tareas de analogía verbal, donde se les pide encontrar similitudes entre las palabras, fue la más afectada. Esto refleja informes anecdóticos, los cuales sugieren que las personas después de la infección están luchando por dar con la palabra correcta y sienten que su cerebro no funciona.
Por otro lado, aunque los pacientes informaron niveles variables de fatiga y depresión, la gravedad de la infección inicial podría predecir mejor el resultado cognitivo en lugar de la salud mental actual del sobreviviente.
Lenta recuperación
El nuevo estudio no pretende alarmar a quienes se han contagiado con el virus, sino examinar más de cerca qué tan serios son los cambios cognitivos después de casos severos de Covid-19, para comenzar a investigar cómo mitigarlos.
«Decenas de miles de personas han pasado por cuidados intensivos con COVID-19 solo en Inglaterra y muchas más habrán estado muy enfermas, pero no ingresadas en el hospital«.
Menon señala que, si bien tras el seguimiento hubo algunos signos de recuperación, en el mejor de los casos fue gradual.
«Seguimos a algunos pacientes hasta diez meses después de su infección aguda, por lo que pudimos ver una mejora muy lenta«, dice Menon. «Si bien esto no fue estadísticamente significativo, al menos va en la dirección correcta, pero es muy posible que algunas de estas personas nunca se recuperen por completo«.