Luego de una primera parte exitosa, la sonda OSIRIS-REx finalmente abandonó el asteroide Bennu y comenzó su vuelo de regreso a la Tierra. La NASA espera que la cápsula de reentrada con suelo de asteroide aterrice en un sitio de prueba en Utah el 24 de septiembre de 2023. La agencia espacial estadounidense compartió la noticia desde su cuenta de Twitter.
La nave OSIRIS-REx se lanzó al espacio en otoño del 2016, y a fines del 2018 llegó al asteroide Bennu. Este cuerpo rocoso posee 500 metros y pertenece a la superficie de clase B. Los datos recopilados deberían proporcionar información sobre los procesos que tuvieron lugar en el sistema solar temprano y el papel de los asteroides carbonosos en el origen de la vida en la Tierra.
Trabajo en Bennu
Durante los dos años y medio de trabajo cerca al asteroide, la sonda mapeó, determinó sus propiedades, descubrió que Bennu estaba activo. También encontró rocas rotas, fragmentos del asteroide West y materia orgánica en su superficie, por último trazó el curso de su evolución.
En octubre del año pasado, el dispositivo tomó material del hemisferio norte del asteroide. A pesar de que se perdió una parte de la muestra, la masa total del material recolectado fue de unos 400 gramos, mucho más de lo esperado.
Finalmente, hoy 10 de mayo, OSIRIS-REx encendió sus propulsores de iones durante 7 minutos, iniciando así el vuelo de regreso a la Tierra. La confirmación llegó al centro de control a las 16:16 hora de la costa este de Estados Unidos.
Se espera que, al acercarse a nuestro planeta, la estación deje caer una cápsula de reentrada en su atmósfera, la cual aterrizará en un sitio de prueba en Utah el 24 de septiembre de 2023. Luego de eso, la cápsula será entregada al laboratorio para su respectivo análisis. Una vez abierto, el suelo se dividirá en varias partes con los siguientes objetivos: su estudio directo, ser almacenado y para ser distribuido a laboratorios de todo el mundo.
Otras misiones
La muestra de OSIRIS-REx no será el primer material de asteroide prístino traído a la Tierra por una misión espacial. La sonda japonesa Hayabusa trajo ya algunos granos del asteroide Itokawa en el 2010, y su sucesor, Hayabusa2, tomó trozos de la roca del asteroide Ryugu.
Los equipos OSIRIS-REx y Hayabusa2 han estado trabajando juntos durante los últimos años, y esa colaboración continuará incluso después de que las muestras de las misiones aterricen en la Tierra.
Asimismo, a finales del año pasado, la agencia espacial china trajo una muestra del suelo lunar. La misión Chang’e-5 aterrizó el 16 de diciembre en Mongolia Interior con dos kilogramos de material lunar. De esta forma, China se ha convertido en el tercer país en extraer una muestra de suelo lunar y entregarla a la Tierra.