De momento seguimos solos en el universo. Un nuevo análisis de la química de las nubes en Venus no ha revelado ninguno de los biomarcadores indicativos de vida metabolizadora de azufre. La investigación ha sido publicada en Nature Communications.
¿Vida en Venus?
Venus es un misterio. En 2020, un equipo de científicos anunció de manera controvertida el descubrimiento de gas fosfano en las nubes del segundo planeta más cerca del Sol. Dicho hallazgo trajo consigo muchas especulaciones sobre la existencia de vida en las nubes a gran altura de Venus.
Varios especialistas propusieron que la química debería contener pistas. Según ellos, la vida en las nubes venusianas podría haber desarrollado un metabolismo basado en azufre. Aquí en la Tierra existen microorganismos que hacen eso, por lo que no sería del todo raro que suceda lo mismo en otros lugares.
Además, la abundancia del dióxido de azufre (SO2), es muy peculiar en Venus. El SO2 es abundante en altitudes más bajas, pero muy bajo en altitudes más altas.
«Hemos pasado los últimos dos años tratando de explicar la extraña química del azufre que vemos en las nubes de Venus», declaró el astrónomo Paul Rimmer de la Universidad de Cambridge. «La vida es bastante buena con la química rara”, agregó. Con esto en mente decidieron estudiar si la vida era una posible explicación de lo observado.
El nuevo estudio
Los procesos biológicos extraen elementos de su entorno y excretan diferentes elementos en ellos. La respiración es un buen ejemplo: los humanos inhalamos oxígeno y exhalamos dióxido de carbono; los árboles, por su parte, absorben dióxido de carbono y expulsan oxígeno.
El proceso químico de Venus es muy diferente al de la Tierra. La atmósfera de Venus es muy rica en azufre. Sus concentraciones son hasta 100.000 veces más altas que las de la atmósfera terrestre, unidas a compuestos como el dióxido de azufre, el ácido sulfúrico y el sulfuro de carbonilo.
En el nuevo estudio, científicos de Cambridge investigaron las reacciones químicas esperadas. Estos procesos, de hecho, recuerdan las fuentes de energía disponibles en la atmósfera de Venus.
«Estamos buscando ‘alimentos’ a base de azufre disponibles en la atmósfera de Venus. No es nada que tú o yo querríamos comer, pero sería la principal fuente de energía disponible. Si ese alimento es consumido por la vida, tenemos que mirar la evidencia a través de ciertos químicos que se pierden y ganan en la atmósfera», explicó el astrónomo Sean Jordan, líder del equipo.
Los resultados
Los autores usaron como base una anterior propuesta sobre un metabolismo basado en azufre que teóricamente sería capaz de aprovechar la química disponible en la atmósfera de Venus. Así, modelaron las reacciones químicas que ocurrirían en las formas de vida existentes, para ver si producían la composición de la atmósfera de Venus.
Descubrieron que la vida que metabolizaba el azufre podría resultar en el agotamiento observado del dióxido de azufre. Sin embargo, la salida del proceso metabólico de una biomasa con el tamaño requerido producirá otros compuestos en grandes cantidades. En resumen, no hay organismos en las nubes de Venus.
«Si la vida fuera responsable de los niveles de SO2 observados en Venus, también destruiría todo lo que sabemos sobre la química de la atmósfera de Venus», afirmó Jordan. Por ahora, eso significa que la cuestión de la vida detectable en las nubes de Venus está prácticamente respondida.