Científicos hallan pruebas de los efectos transgeneracionales que ocasiona la exposición al humo del tabaco. El estudio, publicado en Nature Scientific Reports, encontró que las bisnietas de hombres que fumaban cigarrillos cuando eran niños prepúberes son más propensas a tener un exceso de grasa en sus cuerpos.
«Esta es una de las primeras demostraciones humanas de los efectos transgeneracionales de una exposición ambiental a lo largo de cuatro generaciones«. Las exposiciones ancestrales a cosas, como el tabaco, pueden tener consecuencias que persisten dentro de las familias sin ser detectadas durante generaciones enteras.
Jean Golding, epidemiólogo de la Universidad de Bristol, explica que, con confirmaciones adicionales, estaríamos frente a un estudio sin precedentes. «Este es uno de los primeros estudios en humanos con los datos adecuados para comenzar a observar estas asociaciones y descubrir el origen de relaciones intergeneracionales potencialmente importantes.»
Nietas y bisnietas
Golding encabezó en la década de 1990 el Estudio Longitudinal de Padres e Hijos Avon, conocido como el estudio «Niños de los 90«. El análisis de estos datos en el 2014 reveló que los hijos de padres que comenzaron a fumar antes de los 11 años tenían más probabilidades de tener un índice de masa corporal (IMC) más alto en la adolescencia.
Para los especialistas, este fue un raro ejemplo de una señal transgeneracional no genética heredada. En aquel análisis, gran parte de la evidencia existente provenía de exámenes con modelos animales.
Ahora, una evaluación más profunda de esos datos revela que el fenómeno se extiende aún más a través de generaciones. Es decir, no solo de un padre a su hijo, sino de un abuelo a su nieta, y también de un bisabuelo a su bisnieta.
«Si el abuelo paterno había comenzado a fumar antes de los 13 años, en comparación con edades de 13 a 16 años, sus nietas, pero no los nietos, tenían evidencia de exceso de grasa a los 17 y 24 años. Cuando los padres de los abuelos maternos comenzaron a fumar antes de la pubertad, sus bisnietas, pero no sus bisnietos, tenían exceso de grasa corporal a los 17 y 24 años».
Los investigadores afirman que se puede ver un efecto similar incluso cuando las generaciones intermedias no fuman regularmente cuando tienen menos de 13 años. Esto es evidencia de un efecto transgeneracional en cuatro generaciones.
Factores diversos
Los hallazgos tienen implicaciones en nuestra comprensión sobre la salud de las personas, y cómo puede ser moldeada por influencias invisibles.
«Una de las razones por las que los niños tienen sobrepeso no tiene tanto que ver con su dieta y ejercicio actuales. Sino, con el estilo de vida de sus antepasados o la persistencia de factores asociados a lo largo de los años».
Es posible que esto sea solo una correlación de alguna manera, no necesariamente causada por la exposición al humo del tabaco. Probablemente los fumadores antes de la pubertad tuvieron una predisposición hereditaria a la obesidad que solo surgió unas generaciones después.
«Cabe señalar que las asociaciones indicadas están relacionadas con la obesidad. En general, se reconoce que la obesidad es un trastorno complejo causado por la interacción de factores genéticos, epigenéticos y ambientales. Sin embargo, antes de que se generen hipótesis sobre los mecanismos por los cuales habrían ocurrido los efectos que hemos demostrado, es importante buscar evidencia confirmatoria de otros estudios«.