La memoria episódica es la capacidad de recordar eventos pasados únicos y el contexto en el que ocurrieron. Es decir, qué pasó, dónde y cuándo. La desarrollamos desde los 4 años y lamentablemente no dura para siempre, va disminuyendo con la edad. Esto no significa que pierdes toda tu memoria, solo permanece aún, relativamente intacta, la memoria semántica, la cual a diferencia de la primera, es la capacidad para recordar el conocimiento general sin recuperar características espacio-temporales.
Recordar detalles
La sepias son el objeto de estudio de muchísimas investigaciones sobre comportamiento y cognición. Recientemente una publicado en Proceedings of the Royal Society describe una «memoria episódica» que podría estar relacionada con los comportamientos de apareamiento de la sepia.
«La sepia es capaz de recordar lo que comió, dónde y cuándo, y usarlo para guiar sus decisiones de alimentación en el futuro», comenta Alexandra Schnell, psicóloga comparativa de la Universidad de Cambridge. «Lo sorprendente es que no pierden esta capacidad con la edad, a pesar de mostrar otros signos de envejecimiento, como pérdida de la función muscular y el apetito».
La búsqueda del camarón
Animales como las sepias son excelentes modelos para el estudio del desarrollo cognitivo y el deterioro de este, por el corto ciclo de vida que tienen. Solo viven un par de años y esto permite la comparación de recuerdos a lo largo de su vida.
Durante la investigación, el equipo experimentó con 24 sepias (Sepia officinalis) divididas en subgrupos y entrenándolas en la búsqueda de alimento. Los cefalópodos aprendieron cuándo y dónde estaban disponibles dos tipos de alimentos: camarón de pasto y langostino. Se sabe que su comida preferida es el camarón de pasto (Palaemonetes).
Luego, los primos del pulpo fueron sometidos a pruebas en las que demostraron recordar los elementos de su entrenamiento (qué, dónde y cuándo) para encontrar sus preciados camarones de pasto. Esto evidencia una memoria episódica, aseguran los autores.
Los dos subgrupos de investigación, el primero constituido por sepias jóvenes de entre 10 y 12 meses, y el segundo por sepias de edad avanzada (22 a 24 meses), tardaron el mismo tiempo en aprender a localizar la mejor comida. También tomaron la misma cantidad de opciones correctas hasta hallar a los camarones.
«Las sepias viejas eran tan buenas como las más jóvenes en la tarea de memoria; de hecho, a muchas de las más viejas les fue mejor en la fase de prueba«, afirma Schnell.
Alimentación y reproducción
Según los investigadores, esta excelente memoria evolucionó en las sepias debido a que no se aparean hasta el final de sus vidas. Quizás al recordar lo que hicieron para obtener parejas anteriores, los moluscos pueden pasar sus genes más ampliamente.
«Creemos que esta habilidad podría ayudar a las sepias en la naturaleza a recordar con quién se aparearon, para que no vuelvan a tener la misma pareja«, dice Schnell.
Es importante mencionar que se tiene evidencia de memoria episódica en otros animales incluidas, la ratas. Sin embargo, la memoria en las sepias es particular pues no se deteriora con su envejecimiento. Una hipótesis es que la sepia no posee hipocampo, a diferencia de nosotros y otros vertebrados. Esta estructura del cerebro está estrechamente relacionada con la memoria.
«Los resultados sugieren que el sistema de memoria episódica de la sepia difiere del de las otras especies no humanas, al menos en términos de su desarrollo a lo largo de la vida del animal», escribieron los autores.
Las sepias nunca decepcionan.