Investigadores en Brasil han encontrado niveles significativos de cocaína y sus metabolitos en tiburones nariz afilada brasileños (Rhizoprionodon lalandii) que nadan en las aguas costeras de América del Sur. Este hallazgo, publicado en Science of The Total Environment, revela una preocupante presencia de contaminantes farmacéuticos en especies clave de la cadena alimentaria marina.
El equipo, dirigido por el científico ambiental Gabriel de Farias Araujo del Instituto Oswaldo Cruz en Brasil, descubrió altas concentraciones de cocaína en 13 tiburones juveniles y jóvenes adultos, y cantidades significativas de benzoylecgonina, el principal metabolito de la cocaína en 12 de ellos.
Contaminación farmacéutica
Aunque se requiere más investigación para entender las implicaciones de estos hallazgos en la salud de los depredadores marinos, estudios en otras especies pueden proporcionar pistas.
Por ejemplo, embriones de pez cebra expuestos a la cocaína muestran menor viabilidad celular y mayor fragmentación de su ADN. Un estudio de 2018 también reveló que las anguilas europeas experimentan alteraciones en la fisiología muscular en respuesta a concentraciones ambientales de la droga.
La contaminación farmacéutica es un problema global, con más de una cuarta parte de los cursos de agua del mundo conteniendo niveles de ingredientes activos, como los presentes en antibióticos, estrógenos sintéticos y drogas recreativas. Estos son lo suficientemente altos como para poner en riesgo los ecosistemas y potencialmente la salud humana.
Problema ambiental
Brasil enfrenta un problema especialmente serio con la cocaína como contaminante. Muestras de agua recogidas en la Bahía de Santos en 2017 contenían tanta cocaína como cafeína, un indicador común de contaminación farmacéutica debido a su prevalencia en diversas bebidas.
Las drogas ingresan a los cuerpos de agua a través de las aguas residuales después de ser excretadas por los consumidores. Como exportador mayor de cocaína, las instalaciones ilegales de refinación de Brasil y los paquetes de drogas perdidos o desechados por los traficantes en los puertos del país también podrían contribuir a este problema.
Una vez en el ambiente, la cocaína puede ser fácilmente absorbida por organismos marinos en niveles bajos de la cadena alimentaria, donde se acumula y es absorbida en mayores concentraciones por consumidores de mayor orden.
Los estudios han mostrado que la droga puede acumularse a través de la cadena alimentaria, ya que los tiburones nariz afilada capturados entre septiembre de 2021 y agosto de 2023 presentaron concentraciones de cocaína y benzoylecgonina hasta cien veces más altas que los niveles reportados en peces y otros organismos marinos.
Ante este descubrimiento, los investigadores piden programas de vigilancia y concienciación para abordar este grave problema. Con aproximadamente un tercio de las especies de tiburones y rayas en peligro de extinción principalmente debido a la sobrepesca, es vital que todas las amenazas potenciales a su número sean mapeadas y monitoreadas.