Descubren un fósil de escorpión de 125 millones de años de antigüedad

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Descubren un fósil de escorpión de 125 millones de años de antigüedad

Jeholia longchengi es el primer escorpión mesozoico de China. Crédito de la imagen: Jie Sun / Xuan et al., doi: 10.1016/j.scib.2025.01.035.

Paleontólogos han descrito un nuevo género y especie de escorpión extinto de la Formación Yixian del Cretácico Inferior de China.

Un equipo de científicos descubrió una nueva especie de escorpión que vivió hace 125 millones de años, en el Cretácico Inferior. Lo llamaron Jeholia longchengi, y es el primero de su tipo encontrado en China.

Los fósiles fueron hallados en la Formación Yixian, en la región de Nei Mongol, China. Esta zona es famosa por sus restos de dinosaurios emplumados, aves primitivas y otros animales prehistóricos.

Según el Dr. Qiang Xuan, del Instituto de Geología y Paleontología de Nanjing, los escorpiones son artrópodos con pocos registros fósiles, lo que hace que este hallazgo sea aún más especial.

Los primeros escorpiones aparecieron en el Silúrico medio y evolucionaron de ambientes marinos a terrestres. A pesar de su antigüedad, su estructura corporal ha cambiado muy poco con el tiempo.

La mayoría de los fósiles de escorpiones del Mesozoico provienen de ámbar birmano del Cretácico medio. Sin embargo, encontrar restos fosilizados en estratos de roca es muy raro.

Antes de este descubrimiento, solo se habían encontrado tres fósiles de escorpiones en China. Eran de épocas distintas: el Mioceno, el Devónico y el Pérmico. Jeholia longchengi es el primero del Cretácico Inferior.

Este escorpión formaba parte de la Biota de Jehol, un ecosistema terrestre con fósiles increíblemente bien conservados. A pesar de los muchos hallazgos en esta región, nunca se habían encontrado escorpiones.

Jeholia longchengi medía unos 10 cm de largo, más que otros escorpiones mesozoicos y que muchos de los escorpiones actuales. Su gran tamaño lo convertía en un depredador eficiente.

Probablemente cazaba insectos de todo tipo, como herbívoros, omnívoros y depredadores. También pudo haberse alimentado de arañas, ranas, salamandras y hasta pequeños mamíferos.

A su vez, Jeholia longchengi tenía enemigos naturales. Según modelos de la red alimentaria de la Biota de Jehol, pudo haber sido presa de dinosaurios, aves y mamíferos.

Los investigadores no han encontrado fósiles de su boca, por lo que sus hábitos alimenticios aún son una especulación. Sin embargo, su papel en el ecosistema parece haber sido crucial.

En redes alimentarias antiguas, los escorpiones grandes tenían una alta «centralidad de intermediación». Esto significa que conectaban muchas especies dentro de la cadena trófica.

En la Biota de Jehol, estos escorpiones probablemente interactuaban con múltiples especies, desempeñando un papel clave en el equilibrio del ecosistema prehistórico.

Este hallazgo ayuda a entender mejor la vida en el Cretácico Inferior y la complejidad de sus redes tróficas. Cada nuevo fósil aporta información valiosa sobre estos ecosistemas antiguos.

El estudio fue publicado en la revista Science Bulletin y ofrece una nueva perspectiva sobre la evolución de los escorpiones y su importancia ecológica en tiempos prehistóricos.