El planeta se acerca a múltiples puntos de inflexión que, de cruzarse, podrían desencadenar una serie de transformaciones ecológicas. Un estudio publicado en la revista Earth’s Future sugiere que las olas de calor, sequías inundaciones y tormentas serán cada vez más frecuentes y severas.
Luego de simular el futuro de la Tierra hasta 2100, los resultados revelaron que pequeños cambios en la temperatura y la precipitación podrían alterar drásticamente los climas locales, lo que podría requerir una revisión de los mapas creados por primera vez en la década de 1880.
El estudio
El trabajo fue liderado por Paul Dirmeyer, científico climático de la Universidad George Mason en Virginia. Los datos muestran que para fines de siglo, entre el 38% y el 40% de la superficie terrestre mundial pertenecerá a una zona climática diferente. Esto tendrá repercusiones en las formas de vida que habitan el planeta.
Dependiendo de los modelos climáticos, estas estimaciones podrían aumentar, con casi el 50% de la superficie terrestre experimentando una zona climática desconocida. La última generación de modelos, que son más sensibles a los cambios climáticos y predicen tasas de calentamiento global más pronunciadas, muestran cambios más pronunciados.
Dirmeyer empleó mapas de Köppen-Geiger desarrollados en 1884 por el climatólogo germano-ruso Wladimir Köppen. Este es un sistema de clasificación que divide el mundo en cinco zonas climáticas según temperatura, precipitación y estaciones, para trazar los cambios anticipados.
Los cambios proyectados son una gama de posibilidades, ya que es más desafiante simular ciertas variables climáticas, como la lluvia, que otras. El estudio solo ha cubierto masas terrestres, excluyendo a los océanos y la Antártida debido a limitaciones de datos.
Sin embargo, si no reducimos las emisiones pronto, las tasas de calentamiento global seguirán acelerándose. Así, las especies vulnerables y las prácticas agrícolas tendrán menos tiempo para adaptarse a los cambios de zonas climáticas.
Cambios peligrosos
Los investigadores predicen que para 2100, los climas tropicales se expandirán para cubrir el 25% de la masa terrestre. Asimismo, la superficie de tierra árida del planeta aumentará hasta alrededor del 34%.
Tales alteraciones podrían interrumpir los sistemas de producción de alimentos e introducir enfermedades transmitidas por mosquitos en nuevas áreas. Se espera que las zonas de clima frío de Europa y América del Norte experimenten los cambios más significativos, con hasta el 89% de Europa y casi el 66% de América del Norte en transición hacia diferentes zonas climáticas para 2100.
Las regiones africanas también sufrirán las consecuencias del cambio climático, pero de manera diferente. Se espera que experimenten eventos meteorológicos extremos dentro de las zonas climáticas actuales. Por otro lado, la zona polar, que ya ha disminuido al 6,5% debido a los 1,2ºC de calentamiento global, sufrirá la transformación más drástica.
Desde principios del siglo XX, el 14,77% de la superficie terrestre de la Tierra ha experimentado cambios en su clasificación climática. Además, un estudio de 2015 descubrió que alrededor del 5,7% de la superficie terrestre total del planeta se había desplazado hacia tipos de clima más cálidos y secos en comparación con 1950.