Astrónomos han descubierto un exoplaneta alrededor de la estrella más cercana al Sistema Solar, aparte del sistema Centauri, a solo 5.96 años luz de distancia. Se trata de una enana roja llamada estrella de Barnard, alrededor de la cual orbita un exoplaneta diminuto conocido como Barnard b.
Este mundo recién descubierto tiene una masa mínima del 37% de la masa de la Tierra, lo que equivale a poco más de dos veces y media la masa de Marte. Aunque Barnard b no es habitable, su hallazgo es significativo, ya que encontrar planetas tan pequeños es extremadamente difícil.
Trabajo previo
El descubrimiento, publicado en Astronomy & Astrophysics, sigue a pistas de una posible señal planetaria detectada en 2018, que sugería la presencia de un exoplaneta con aproximadamente tres veces la masa de la Tierra orbitando la estrella.
Sin embargo, el exoplaneta con esas características aún no ha sido confirmado. En cambio, los investigadores han detectado a Barnard b, un planeta mucho más pequeño. Además, los datos sugieren que podría haber hasta tres exoplanetas más orbitando la estrella, aunque a distancias mayores y más difíciles de detectar.
El astrónomo Jonay González Hernández, del Instituto de Astrofísica de Canarias, explicó que siempre tuvieron la confianza de que encontrarían algo, aunque tomara tiempo.
La estrella de Barnard, también conocida como GJ 699, es de gran interés para los astrónomos, ya que es una enana roja, el tipo de estrella más común en la galaxia. Estudiarla permite obtener valiosa información sobre los sistemas planetarios alrededor de estrellas solitarias y enanas rojas, y sobre la habitabilidad potencial de estos sistemas.
“Temblores estelares”
Detectar exoplanetas pequeños es más complicado que encontrar los grandes, ya que los planetas masivos tienen un efecto más notable sobre sus estrellas anfitrionas. Sin embargo, como Barnard es una estrella pequeña y está relativamente cerca de nosotros, sus señales son más fáciles de detectar que las de una estrella más grande y distante.
Para confirmar la existencia de Barnard b, los astrónomos utilizaron el Very Large Telescope del Observatorio Europeo Austral. Este telescopio detecta la velocidad radial de una estrella, un movimiento ligero causado por la gravedad compartida entre la estrella y su exoplaneta.
El análisis de estos «temblores» estelares permitió a los científicos determinar la masa mínima del exoplaneta y la duración de su órbita, que es de solo 3.15 días. Aunque Barnard b orbita demasiado cerca de su estrella como para albergar vida, su descubrimiento es crucial en la búsqueda de mundos similares a la Tierra en la galaxia.
González Hernández comentó que, aunque la estrella es más fría que el Sol, la cercanía del planeta a ella lo hace inhóspito. Sin embargo, el sistema podría no estar completamente descartado en términos de habitabilidad, ya que hay indicios de la presencia de otros planetas en órbitas más lejanas. Para confirmarlo, se necesitarán más observaciones.