Después de más de 50 años de misterio, los científicos por fin descifraron la estructura y función del transportador de piruvato mitocondrial.
Este descubrimiento, publicado en Science Advances, podría cambiar el juego en el tratamiento de enfermedades como el cáncer, la diabetes e incluso la caída del cabello.
El transportador de piruvato funciona como una cerradura microscópica que regula cómo las células obtienen energía, moviendo el piruvato dentro de las mitocondrias, esas “baterías” que tenemos en cada célula.
Investigadores del Medical Research Council (MRC) de la Universidad de Cambridge lograron visualizarlo usando criomicroscopía electrónica, una técnica que magnifica estructuras diminutas hasta 165,000 veces.
Sotiria Tavoulari, una de las científicas del equipo, explicó que el piruvato viene de la descomposición de azúcares en nuestro cuerpo y es clave para generar energía.
Pero para aprovechar al máximo ese piruvato, debe entrar a la mitocondria, donde se multiplica por quince la energía que genera en forma de ATP, el combustible celular.
Hasta ahora sabíamos que el piruvato llegaba ahí, pero nadie entendía exactamente cómo pasaba a través de la barrera de la mitocondria.
Maximilian Sichrovsky, uno de los autores principales, contó que ahora pudieron ver cómo funciona el transportador: es como una esclusa de canal a escala molecular.
Primero se abre una compuerta exterior, deja pasar el piruvato, se cierra, y luego se abre una compuerta interior para que el piruvato entre en la mitocondria.
Así lo explicó el profesor Edmund Kunji, quien comparó el mecanismo con el funcionamiento de las esclusas de los canales navegables.
¿Por qué es tan importante? Porque este transportador ahora se ve como un objetivo perfecto para desarrollar nuevos medicamentos contra varias enfermedades.
Si bloqueamos el acceso del piruvato a la mitocondria, podemos forzar a las células a buscar energía en otros lugares, como en las grasas almacenadas.
En la enfermedad del hígado graso, por ejemplo, bloquear este transportador podría hacer que el cuerpo use las reservas peligrosas de grasa acumulada.
También podría usarse contra ciertos tipos de cáncer, como algunos de próstata, que dependen del piruvato para alimentarse y crecer rápido.
Al bloquear el transportador, podríamos literalmente matar de hambre a las células tumorales, sin dañar tanto al resto del cuerpo.
Y eso no es todo: estudios anteriores sugieren que inhibir el transportador también podría ayudar a revertir la caída del cabello.
En las células del folículo piloso, si el piruvato no entra a la mitocondria, se convierte en lactato, lo cual activa la regeneración del cabello.
Gracias a la criomicroscopía, ahora también podemos ver exactamente cómo los medicamentos encajan dentro del transportador para bloquearlo.
El profesor Kunji dijo que esta visualización abre la puerta a diseñar medicamentos más precisos y efectivos. “Será un cambio radical”, aseguró.