Un equipo internacional de científicos sospecha haber detectado indicios de estructuras extraterrestres. El estudio, publicado en las Monthly Notices of the Royal Academy of Sciences, sugiere la posibilidad de que ya hayamos captado señales de esferas de Dyson, estructuras hipotéticas capaces de capturar toda la energía de una estrella.
Una esfera de Dyson representa un proyecto de ingeniería que sólo civilizaciones altamente avanzadas, clasificadas como Nivel II en la Escala Kardashev, podrían construir. Este tipo de estructuras permitiría a una civilización aprovechar toda la energía de una estrella.
Proyecto Hefesto
El proyecto denominado Hephaistos, en honor al dios griego del fuego y la metalurgia, es liderado por Matías Suazo, estudiante de doctorado en el Departamento de Física y Astronomía de la Universidad de Uppsala en Suecia.
Suazo y su equipo han desarrollado un método especial para buscar firmas tecnológicas de estas esferas analizando datos ópticos e infrarrojos de los relevamientos astronómicos Gaia, 2MASS y WISE.
La tarea de peinar estos datos es monumental. Por eso, el equipo elaboró un sistema de procesamiento de datos específico para manejar la información combinada de los tres relevamientos.
El objetivo es identificar esferas parcialmente completadas, que emitirían un exceso de radiación infrarroja. “Esta estructura emitiría calor residual en forma de radiación infrarroja media que, además del nivel de finalización de la estructura, dependería de su temperatura efectiva”, explican los investigadores.
Sin embargo, el trabajo no termina aquí. Muchos objetos naturales, como los anillos de polvo circunestelar y las nebulosas, también emiten exceso de radiación infrarroja, lo que puede llevar a falsos positivos.
La función del sistema es filtrar estos elementos para identificar posibles candidatos de esferas de Dyson, centrándose en detectar fuentes que muestren excesos de infrarrojos anómalos que no puedan atribuirse a ninguna fuente natural conocida.
Siete candidatos
Tras un meticuloso escrutinio, que incluyó la evaluación de emisiones de H-alfa, variabilidad óptica y astrometría, sólo 7 de los aproximadamente 5 millones de objetos iniciales se consideraron posibles esferas de Dyson. “Todas las fuentes son emisores claros de infrarrojo medio sin contaminadores claros ni firmas que indiquen un origen infrarrojo medio obvio”, detallan los autores.
Aunque estos son los siete candidatos más sólidos, los investigadores son cautelosos, ya que aún podría haber otras razones por las cuales estos siete están emitiendo exceso de infrarrojo.
Las posibles explicaciones naturales para el exceso de infrarrojo en estos casos incluyen discos de escombros cálidos, pero tales discos son muy raros alrededor de las estrellas enanas rojas (tipo M), alrededor de las cuales fueron encontrados los candidatos.
“Los resultados sugieren que nuestros candidatos serían estrellas jóvenes inusuales cuyo flujo no varía con el tiempo, o estrellas enanas M con discos de escombros de luminosidad fraccional extrema, o algo completamente diferente”, afirman.
En conclusión, serán necesarios análisis adicionales, especialmente estudios de espectroscopía óptica, para desvelar la verdadera naturaleza de estas fuentes.