Un estudio liderado por científicos del Instituto Tecnológico de California (Caltech) arroja luz sobre un posible origen inesperado de las placas tectónicas de la Tierra: el impacto cataclísmico de un objeto del tamaño de Marte, conocido como Theia, que habría colisionado con nuestro planeta hace aproximadamente 4.5 mil millones de años.
Este evento no solo es famoso por teorías previas que sugieren que dio origen a la Luna a partir de los escombros expulsados, sino que también pudo haber sembrado la Tierra con elementos esenciales para la vida.
Publicada en la revista Geophysical Research Letters, la investigación actual sugiere que este impacto gigantesco podría haber sido crucial para el inicio del movimiento de la corteza terrestre, fragmentada en lo que hoy conocemos como placas tectónicas.
«El impacto gigante no solo es la razón de nuestra luna, si eso es el caso, también estableció las condiciones iniciales de nuestra Tierra», explicó Qian Yuan, geocientífico de Caltech y líder del estudio, al Washington Post.
Formación geológica
Este hallazgo se suma a la detección de lo que se sospecha son restos de Theia dentro de la Tierra, similares a los encontrados en la Luna. Estos restos, identificados por primera vez en la década de 1980 y ubicados bajo el océano Pacífico y África, se pensaba que eran puntos calientes de temperatura, un «océano» de magma o placas tectónicas hundidas.
Con el tiempo, la idea de que pudieran ser remanentes de Theia ha ganado terreno debido a que han sobrevivido miles de millones de años en un manto en constante movimiento.
La investigación actual utiliza modelos de convección del manto terrestre para demostrar cómo los fuertes plumones del manto podrían surgir, debilitar la litosfera y eventualmente iniciar la subducción —el proceso geológico en el que una placa tectónica se hunde bajo otra— aproximadamente 200 millones de años después del impacto de Theia.
Los plumones fueron generados principalmente por el aumento de temperatura en la frontera entre el núcleo y el manto de la Tierra temprana, un efecto de las partes de Theia que allí se acumularon.
Los investigadores también consideran que los bloques densos y ricos en hierro, si realmente son reliquias de Theia como sugiere el estudio de 2023. Además, probablemente tienen un contenido geológico similar al de Marte y contienen más elementos productores de calor que el manto circundante.
El calor emanado de estos bloques podría haber dado origen a plumones fuertes que, a su vez, probablemente continuaron provocando episodios transitorios de subducción a medida que se enfriaba la frontera núcleo-manto.
Más estudios
Los hallazgos de Yuan y sus colegas resaltan la influencia decisiva de las condiciones iniciales establecidas por los procesos de impacto gigante para la evolución tectónica de los planetas terrestres.
Sin embargo, no todos los geólogos están de acuerdo con esta teoría. Algunos cuestionan cómo una colisión tan violenta podría haber agitado el manto terrestre sin reciclar completamente la corteza.
Investigaciones pasadas también han sugerido que las placas tectónicas podrían haberse formado por procesos completamente distintos, incluido el calentamiento y expansión de la Tierra hasta que su corteza se fracturó.