Un equipo de astrónomos ha observado el primer disco de acreción extragaláctico en torno a una estrella distante. Este hallazgo, publicado en Nature, desafía nuestra comprensión de los procesos de formación estelar y marca un nuevo hito en la investigación astronómica.
El fascinante objeto está ubicado en la Gran Nube de Magallanes, una galaxia enana situada aproximadamente a 179.000 años luz de la Vía Láctea que nos ha brindado una perspectiva distinta y poco común de las primeras etapas del desarrollo de sistemas estelares y planetarios.
El descubrimiento fue posible gracias al Atacama Large Millimeter/submillimeter Array (ALMA), un radiotelescopio de última generación. Este avanzado equipo detectó señales de una estructura giratoria que sugiere la presencia de un disco de acreción.
Definiendo un disco
Los discos de acreción son vitales en la formación de estrellas y planetas. Se originan cuando conglomerados de gas molecular y nubes de polvo colapsan bajo la influencia de la gravedad, generando un disco giratorio de material alrededor de una protoestrella.
Este proceso conlleva un flujo controlado y constante de material hacia la estrella, similar al agua que desciende en espiral por un desagüe. Tras la formación de la estrella, el material remanente del disco se aglutina para formar planetas, asteroides, cometas y otros cuerpos celestes.
El descubrimiento inicialmente fue insinuado por datos recabados por el instrumento Multi Unit Spectroscopic Explorer (MUSE) del Very Large Telecope, que reveló indicios de un chorro en un sistema denominado HH1177. Los chorros representan otra característica distintiva en la formación estelar, donde la estrella expulsa material a lo largo de las líneas del campo magnético durante su proceso de formación.
Las observaciones realizadas por ALMA revelaron que la estrella en cuestión es joven, masiva y aún se encuentra en proceso de alimentación a partir del disco circundante. Cabe destacar que este disco presenta diferencias significativas en comparación con los que se hallan en la Vía Láctea.
La estrella es visible en longitudes de onda ópticas debido a la menor presencia de polvo en la Gran Nube de Magallanes. Esta mayor visibilidad ofrece una oportunidad única para estudiar la formación estelar en distintos entornos galácticos y comprender las restricciones que estos entornos imponen al proceso.
Importancia
Detectar la rotación del disco a través de cambios en la frecuencia de la luz se asemeja a la experiencia de percibir el cambio de tono al escuchar el paso de una ambulancia con la sirena encendida. Este fenómeno, conocido como efecto Doppler, representa una herramienta crucial en la investigación astrofísica.
El hallazgo del disco HH 1177 evidencia los notables avances tecnológicos y metodológicos en la astronomía. Contribuye significativamente al entendimiento sobre la formación estelar en distintos entornos y amplía las perspectivas para futuros descubrimientos en la astronomía extragaláctica.
«Estamos viviendo una era de avances tecnológicos acelerados en lo que respecta a las instalaciones astronómicas», señala Anna McLeod, astrónoma de la Universidad de Durham. «La posibilidad de estudiar la formación estelar a distancias tan asombrosas y en una galaxia diferente es sumamente emocionante», agrega la autora principal del estudio.