Titán, el sexto satélite elipsoidal de Saturno, tiene, al igual que la Tierra, extensos ríos y mares. La diferencia es que éstos están compuestos de metano y etano líquidos en vez de agua. Ahora, astrónomos han descubierto cómo el ciclo líquido en el satélite es similar al de nuestro planeta, mostrando similitudes previamente desconocidas.
La investigación, publicada el 1 de abril en la revista Geophysical Research Letters, fue dirigida por Mathieu Lapôtre, geólogo de la Universidad de Stanford. En ella se revela cómo el ciclo de transporte de líquidos impulsa los granos hacia la superficie de Titán.
La atmósfera del satélite más grande de Saturno está llena de vientos de nitrógeno que forman dunas de arena de hidrocarburos. El proceso que permite la formación de tales granos e incluso rocas en Titán, depende de la frecuencia con la que soplen los vientos y fluyan las corrientes.
“Si entendemos cómo encajan las diferentes piezas del rompecabezas y su mecánica, podremos comenzar a utilizar los accidentes geográficos que dejan estos procesos sedimentarios para señalar algo sobre el clima o la historia geológica de Titán”, indicó Lapôtre, en un comunicado.
Los granos
Primero, los investigadores buscaron comprender cómo los compuestos orgánicos básicos de Titán, pueden convertirse en estructuras más grandes en lugar de polvo. Los científicos creen que estos granos son mucho más frágiles que los granos de silicato inorgánico en la Tierra.
Normalmente, como los vientos llevan los granos, éstos chocan entre sí y con la superficie. Las colisiones tienden a disminuir el tamaño del grano. Pero, ¿qué mecanismo podría mantener los granos en un tamaño estable?
Luego de analizar los ooides, sedimentos esféricos de los mares tropicales poco profundos de la Tierra, los autores formularon una posible respuesta. Estos sedimentos sufrirían precipitaciones químicas, permitiéndoles crecer a pesar de la erosión de las olas y las tormentas.
Un proceso similar estaría teniendo lugar en el satélite de Saturno. “Hicimos la hipótesis de que la sinterización, la cual involucra la fusión de granos vecinos en una sola pieza, podría contrarrestar la erosión [en Titán] cuando los vientos transportan los granos”, explica Lapôtre.
El proceso
Los astrónomos observaron datos de la sonda Cassini de la NASA y notaron que los vientos son más comunes cerca del ecuador de Titán, donde ocurre menos sinterización, lo cual produce granos de arena más finos, un componente crítico para la formación de dunas. En latitudes medias, el proceso químico crea granos más gruesos, que finalmente dan lugar a rocas que forman llanuras.
Los granos de arena también forman laberintos cerca de los polos, donde los ríos y las tormentas son más frecuentes. Esto hace que los sedimentos sean más propensos a ser transportados por líquidos que por viento.
“Estamos demostrando que en Titán, al igual que en la Tierra y como solía suceder en Marte, existe un ciclo sedimentario activo”, afirma el estudio. «Es muy fascinante pensar en cómo existe este mundo alternativo tan lejano, donde las cosas lucen tan diferentes y, sin embargo, son tan similares», finaliza.