El mecanismo responsable de la formación de las heladas crestas dobles en Groenlandia y el satélite Europa podría ser el mismo. Este hallazgo sugiere que, de existir, la vida extraterrestre estaría mucho más cerca de la superficie. El trabajo fue publicado en Nature Communications.
Europa, el helado satélite de Júpiter, es considerado el objeto más adecuado del sistema solar para albergar formas de vida extraterrestre. Tiene un océano subterráneo global escondido bajo una corteza de hielo, la cual se estima que tiene entre 20 y 30 kilómetros de espesor.
Crestas dobles
Su océano no se congela debido a la influencia de las fuerzas de marea de Júpiter que generan géiseres de agua en el satélite. Asimismo, su superficie es joven y geológicamente activa; muestra una amplia variedad de accidentes geográficos como crestas, depresiones, bandas, lentículas (manchas oscuras) o un paisaje caótico.
Las más comunes son las crestas dobles, separadas por una depresión. Estas pueden extenderse por cientos de kilómetros. Los científicos sospechan que su formación se debe a una serie de mecanismos. Entre ellos están el criovulcanismo, las fuerzas de marea, el diapirismo, los procesos de compresión, la criofractura y el calentamiento por cizallamiento.
Dichos mecanismos requieren la destrucción de la corteza de hielo, con excepción de la compresión y el diapirismo, lo cual provoca la interacción hielo-agua cerca de la superficie de Europa. Esto sucede debido al derretimiento del hielo por el calentamiento interno o la entrada de agua directamente desde el océano subterráneo.
El trabajo
Ahora, un equipo de geofísicos dirigido por Riley Culberg de la Universidad de Stanford se propuso comprender la naturaleza de las crestas dobles de Europa.
Los investigadores analizaron los datos de observaciones satelitales de una cordillera doble ubicada en la Tierra realizadas entre mayo de 2015 y marzo de 2017, y las compararon con simulaciones por computadora de procesos en Europa.
La doble cresta terrestre se encuentra a unos 60 kilómetros del borde de la capa de hielo en el noroeste de Groenlandia. Consta de dos crestas casi simétricas de 800 metros de largo, separadas por una depresión central de unos 46 metros de ancho.
Los geofísicos determinaron que la formación de las crestas tuvo lugar en varias etapas. Primero, se formó un depósito subterráneo debido a la escorrentía del agua de deshielo superficial. Esto ocurrió a través de una capa porosa de hielo sobre una base gruesa de hielo más fuerte.
Luego, en la segunda etapa, el depósito comenzó a congelarse y colapsar debido a la sobrepresión o tensiones internas. El agua subió a la superficie a lo largo de una gran grieta. Después, en la tercera, el agua del canal central se congeló nuevamente, formando un tapón de hielo impenetrable. Finalmente, se formó una doble cresta, cuando el agua bajo presión dentro del depósito de congelación salió por las grietas a ambos lados del canal.
Importancia
Los científicos concluyeron que la baja gravedad y la presión atmosférica cerca de la superficie de Europa deberían contribuir a la formación de crestas dobles. El mecanismo sería similar al ocurrido en la Tierra.
Esto tendría implicaciones para la búsqueda de vida en el mundo alienígena. Sin embargo, no sabremos más hasta que las naves espaciales equipadas con radares logren tomar observaciones desde la órbita de Europa.
Afortunadamente, pronto se lanzarán dos misiones para explorar el satélite: JUICE de la ESA y Europa Clipper de la NASA. Si todo sale según lo planeado, ambas naves contarán con un radar de penetración de hielo.