Un nuevo análisis genético explica porqué algunos grupos étnicos tienen mayor riesgo de padecer la forma grave de covid-19.
La respuesta está en los genes
La pandemia de covid-19, además de sus evidentes efectos, ha dejado marcas invisibles en todos, aunque en unos más que otros. Hay personas que consiguieron superar la enfermedad, mientras que otras enfrentaron una forma grave de ella y no lo lograron. Desde el inicio de la primera ola, los especialistas en Reino Unido notaron que ciertos grupos étnicos tenían más probabilidades de fallecer en comparación con las personas blancas.
Existe una serie de factores que explican tales diferencias, pero predomina el factor socioeconómico. En mayo del 2021 un estudio publicado en The Lancet encontró que los grupos étnicos de mayor riesgo en la primera ola en Reino Unido fueron negros, asiáticos y mixtos. Para la segunda ola el riesgo entre los grupos étnicos negros y mixtos había disminuido, pero no para los grupos asiáticos. Al contrario, aumentó. Y dejando de lado las diferencias sociales impuestas que continúan desfavoreciendo a negros y asiáticos, ¿qué otras diferencias podrían existir que expliquen el mayor riesgo para un grupo de ser hospitalizado gravemente?
La respuesta está en los genes. Numerosos estudios desde el año pasado han reforzado la hipótesis de que existen diferencias genéticas que resultan en un mayor riesgo de padecer la forma grave de la enfermedad. Al inicio, los responsables de esto fueron identificados como LZTFL1 y SLC6A20.
Dr. Jekyll y Mr. Hyde
Sin embargo, un nuevo estudio publicado en Nature Genetics, encontró que es LZTFL1 el que está directamente involucrado, no SLC6A20. Los genes nos permiten adaptarnos al ambiente, aprovecharlo, sobrevivir y reproducirnos. Pero algunos nos juegan malas pasadas y ocasionan todo lo contrario; quizá como parte del balance natural. Las personas que posean el gen LZTFL1 tendrán más probabilidades de enfermarse gravemente de covid-19 y en cifras esto va así: son portadoras el 60% de las personas de ascendencia del sur de Asia, 15% de las personas blancas y solo el 2% de las personas de ascendencia africana o afrocaribeña.
Este gen ubicado en el cromosoma 3 es muy activo en el epitelio que recubre la vías respiratorias y pulmones. Esta membrana celular calienta y limpia el aire antes de que llegue a los pulmones, donde el oxígeno se absorbe en la sangre. LZTFL1 actúa como una barrera entre el aire que ingresa al sistema respiratorio y los tejidos internos del cuerpo y es esencial para una respiración adecuada.
Eso estaría muy bien de no ser porque los genes poseen otras versiones de sí mismos, las versiones malvadas. La variante de alto riesgo reduce la capacidad de las células de los pulmones para reparar el tejido dañado y reemplazar las células perdidas, que pueden ser necesarias para superar una enfermedad grave. Además, hace que las células tengan más copias de dos proteínas (ACE2 y TMPRSS2), las cuales permiten al virus SARS-CoV-2 ingresar a las células e infectarlas.
Nuevos enfoques
La profesora de Epidemiología Molecular y Genética de la Universidad de Nottingan, Ana Valdes, explicó en The Conversation que las personas que portan la variante genética de alto riesgo podrían tener más células infectadas y menos capacidad de curación. Estos son los ingredientes para padecer una infección más grave.
Por otro lado, es importante tener presente que no todo se debe a los genes. ¿Qué tanto? No lo sabemos aún, pero estos hallazgos no significan que los factores socioeconómicos no hayan jugado un papel importante. También debemos considerar que el estudio analiza a portadores en el Reino Unido pero no en Asia, donde es posible que más personas lo tengan.
Valdes explica que este estudio «nos muestra una forma potencial de desarrollar nuevos tratamientos que se dirijan a los pulmones en lugar del sistema inmunológico, el cual ha sido principalmente el enfoque, hasta ahora».