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La tecnología realmente está cambiando nuestros ritmos circadianos

El uso de pantallas parece estar afectándonos de alguna manera, pero la luz azul no es la culpable. / Pixabay

La tecnología ha llegado para facilitarnos la vida; sin embargo, también nos está causando problemas. La iluminación artificial causada por las pantallas de televisores, computadoras y, especialmente, teléfonos, parece estar afectando nuestro ciclo circadiano.

El ritmo circadiano es un reloj corporal innato presente en muchas formas de vida, incluidas plantas, hongos y animales. En los seres humanos, el reloj biológico se encuentra en el hipotálamo, el cual libera una hormona llamada melatonina.

La melatonina a menudo se conoce como la “hormona del sueño” ya que sus niveles son altos por la noche, pero bajan justo antes de despertarnos por la mañana. El reloj tiene un ritmo intrínseco, pero también se puede ajustar en respuesta a la luz.

“El reloj maestro… tiene un ritmo intrínseco cercano a las 24 horas y es muy sensible a la luz al anochecer y al amanecer”, explica el profesor John Axelsson, experto en investigación del sueño del Instituto Karolinska. Esta precisión permite que el sistema sea dinámico y se adapte a los cambios estacionales en la duración del día y de la noche.

Fototerapia

Muchos aspectos de la tecnología moderna emiten luz, como nuestros teléfonos inteligentes. Y la luz hace principalmente dos cosas con el reloj natural: lo está ajustando y está cambiando su amplitud o fuerza.

A medida que nuestro ritmo circadiano cambia los niveles de melatonina, podemos usar los niveles de esta hormona para ver qué está afectando nuestro reloj. Varios estudios han demostrado que la luz artificial brillante suprime la producción de melatonina en los seres humanos.

Curiosamente, la luz artificial muy brillante se usa en realidad como terapia. Esta técnica, llamada fototerapia, puede servir para ayudar a las personas que tienen relojes biológicos muy retrasados a despertarse y a dormirse más temprano.

La intensidad de la luz utilizada para la fototerapia es mucho más alta que la que emiten las pantallas que utilizamos. Un estudio de 2014 comparó los niveles de melatonina y la calidad del sueño de personas que leen un libro normal o uno electrónico antes de acostarse. Descubrieron que los participantes que leyeron el libro electrónico habían reducido los niveles de melatonina.

Además, existe evidencia de que 1,5 horas (o más) de uso de la pantalla brillante reduce el aumento natural de la melatonina durante la noche, y este efecto puede agravarse durante varias noches. “Sin embargo, esto no parece traducirse en tomar más tiempo para conciliar el sueño”, explica el Dr. Cele Richardson de la Universidad de Australia Occidental.

¿Conclusiones?

La melatonina tiene muchos efectos en el cuerpo y está asociada con el ciclo de sueño-vigilia. Sin embargo, no sabemos exactamente cómo las cantidades reducidas de melatonina afectan nuestra calidad de sueño.

Muchos estudios analizan el uso de la tecnología y la calidad del sueño o el tiempo que se tarda en conciliar el sueño. Aunque algunos encuentran una correlación entre el tiempo frente a la pantalla y el sueño, las correlaciones a menudo son débiles y no muestran que ese aumento cause problemas para dormir.

El estudio del 2014 encontró que, en promedio, los participantes que leyeron libros impresos se durmieron 10 minutos antes que los lectores de libros electrónicos. Otros estudios compararon a personas que usaban productos que reducían la luz azul de las pantallas con usuarios normales de pantallas. Estos estudios encontraron solo una diferencia de 3 a 4 minutos en el tiempo que tardaron en conciliar el sueño.

Finalmente, como conclusión podemos decir que la tecnología, específicamente la luz artificial, cambia nuestro ritmo circadiano. Lo sabemos porque podemos ver diferencias en los niveles de melatonina después del uso de la pantalla. Sin embargo, aún no está claro qué efecto tiene esto en nuestro sueño.

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