El universo se presenta como un vasto lienzo de estrellas, galaxias y misterios. Pero, ¿alguna vez has contemplado cuán profunda es la oscuridad en el espacio? La respuesta a esta pregunta es más compleja de lo que parece. Ahora, el equipo responsable de la sonda New Horizons está a punto de… iluminarnos.
Cuando posamos la mirada en el firmamento nocturno desde la Tierra, rara vez experimentamos la auténtica oscuridad. Las luces urbanas, los vehículos y las edificaciones crean una contaminación lumínica que atenúa nuestra percepción del cosmos.
Incluso en lugares remotos, como el desierto andino en Chile, donde el cielo es increíblemente oscuro, no llega a ser del todo negro. La atmósfera terrestre emana una tenue luminiscencia conocida como resplandor atmosférico, lo cual limita nuestra capacidad de observar el universo en su forma más pura.
Desafiando la oscuridad
Para superar estos desafíos, hemos lanzado telescopios al espacio, como el Hubble y el James Webb. Aunque estas maravillas tecnológicas nos han proporcionado imágenes impresionantes del cosmos, todavía no capturan la verdadera oscuridad del espacio. ¿La razón? Nuestro sistema solar está lleno de polvo difuso que dispersa la luz, generando un resplandor denominado luz zodiacal.
Para obtener una verdadera visión del cielo oscuro, es necesario aventurarnos más allá de este polvo, hacia los confines exteriores de nuestro sistema solar. Aquí es donde entra en juego la misión New Horizons de la NASA.
Después de su histórico sobrevuelo de Plutón en 2015 y del objeto del Cinturón de Kuiper, Arrokoth, New Horizons ha continuado su viaje hacia el espacio profundo. Actualmente, ubicada a más de 8 mil millones de kilómetros de la Tierra, la nave se encuentra en una posición única para observar el universo.
Resultados
Desde esta perspectiva distante, New Horizons ha procurado capturar la delicada oscuridad del universo. Dirigiendo sus cámaras hacia un sector del cielo alejado de la Vía Láctea, el Sol y las estrellas brillantes, midió la cantidad de luz capturada.
Sorprendentemente, encontró que el espacio es más brillante de lo que se esperaba. A pesar de considerar la luz proveniente de todas las galaxias conocidas, la medición de luz de New Horizons duplicó las expectativas. Esto sugiere la existencia de algo desconocido: una enigmática fuente de luz resplandeciendo en el cosmos.
En los próximos meses, New Horizons observará 15 campos más, seleccionados por su oscuridad. Girará alrededor del cielo, manteniendo el Sol detrás y evitando la brillante Vía Láctea, en busca de respuestas. ¿Qué constituye esta enigmática fuente de luz? ¿Acaso existe en el universo algo que aún no hemos descubierto?
New Horizons nos recuerda que el universo alberga incógnitas. Aunque hemos avanzado considerablemente en nuestra comprensión cósmica, aún queda mucho por aprender. Y tal vez, en la profundidad más obscura del espacio, hallaremos las respuestas anheladas.