Las simpáticas estrellas de mar llaman la atención de todos. Su particular forma y variedad de colores atraen miradas y generan, incluso, cierta inspiración para convertirlas en protagonistas de cuentos y poemas. Pero su apariencia física no es su característica más especial. ¿Quieres saber más sobre ellas? Sigue leyendo.
Echinodermata
Las estrellas marinas son parte de un grupo de animales invertebrados exclusivamente marinos y bentónicos llamados equinodermos. Están emparentadas, por lo tanto, con los erizos, dólar de arena, pepinos y lirios de mar. Tienen la característica de poseer simetría radial, exclusiva en ellos. Además, tienen el cuerpo cubierto de púas (ekhino = púa, dermo = piel). Ello menos notorio en las estrellas de mar, pero realmente obvio en los erizos, por ejemplo.
Tantas especies, tantos brazos
Quizá solo estemos familiarizados con un tipo de estrella de mar, la típica de 5 brazos. No obstante, hay cerca de dos mil especies, las cuales habitan zonas tropicales o frías regiones polares. No todas tienen 5 brazos. Algunas especies tienen muchos más, como el sol de mar, que alcanza a tener 40; o, Labidiaster annulatus, con ¡50!
Hablando de brazos…
¿Sabías que las estrellas de mar pueden regenerarse? ¡Pues sí! Cuando se ve en peligro y es atacada por algún depredador (como un cangrejo o una gaviota) se desprende de uno de sus brazos y huye. Eso no es problema para ella pues más tarde podrá regenerar su extremidad perdida. Es posible que de un brazo se regenere un organismo completo, al tener en cada uno casi todos sus órganos vitales. No será fácil, dicho proceso toma tiempo.
Estrella regenerando tres brazos. El proceso es lento, puede pasar un año hasta que completen el tamaño normal. (Google Images)
Sin sangre
Las estrellas marinas no tienen sangre, así como lo lees. En lugar de eso, tienen un sistema circulatorio (sistema hemal) con agua de mar. No significa que produce esta agua, más bien la filtra a través de una estructura llamada madreporito. Desde ahí, el agua circula por sus canales hasta llegar al depósito de los famosos pies ambulacrales. Estos son unas estructuras que se proyectan del cuerpo de las estrellas y permiten la locomoción, respiración y alimentación.
Vaya forma de comer…
Una de las cosas que me parecen más increíbles (y hasta aterradoras) de la estrella de mar es su forma de alimentarse. Para empezar poseen una boca pequeña, demasiado. Sus presas favoritas son los bivalvos. También comen caracoles y pequeños peces, los cuales son relativamente grandes para su boca y, además, difíciles de comer. Imagínate abrir una almeja o concha de abanico. La estrella tiene su propia técnica: pega todo su cuerpo a la concha, usa la fuerza de sus brazos para abrirla ligeramente y expulsa su estómago por la boca para comer el cuerpo de la presa. Luego lo regresa a su interior para continuar con la digestión.
Reproducción al cuadrado
Las estrellas de mar tienen dos formas de reproducirse: sexual y asexual. En la primera, las estrellas macho liberan esperma al medio y las hembras los óvulos. Tras la fertilización se forma una larva, que a diferencia de la estrella adulta, posee simetría bilateral. ¿Te imaginas la forma asexual? Sí, por regeneración. De un brazo puede formarse una nueva estrella de mar.