Chris Pelkey murió hace tres años en un tiroteo por un ataque de furia en la carretera, en Arizona, EEUU.
Pero este mes, volvió a “hablar” en el juicio de su asesino gracias a la inteligencia artificial.
Su familia usó videos, audios y fotos para recrearlo digitalmente. Querían que él mismo leyera su declaración como víctima.
Su hermana, Stacey Wales, escribió lo que el “Chris digital” dijo en la audiencia, usando palabras que reflejan su carácter.
“Es una pena que nos hayamos encontrado en esas circunstancias”, dijo la versión AI de Chris, dirigiéndose a Gabriel Horcasitas, el asesino.
También le dijo: “Creo en el perdón y en un Dios que perdona. Siempre lo hice y aún lo hago”.
Reacciones
En el video, Chris aparecía con una gorra gris, hablando con serenidad, casi como si estuviera vivo.
Horcasitas ya había sido declarado culpable. La audiencia era solo para definir la sentencia.
El juez Todd Lang pareció conmovido con el mensaje. Sentenció a Horcasitas a 10 años y medio por homicidio involuntario.
“Me encantó esa AI. Escuché el perdón”, dijo el juez, reconociendo la mezcla de dolor y humanidad del mensaje.
La idea de usar esta tecnología sorprendió a algunos, pero otros la vieron como un paso más en la evolución de la justicia.
Paul Grimm, exjuez federal y profesor de Derecho, no se sorprendió. Dijo que en Arizona ya se usa AI para explicar fallos judiciales.
Como en este caso no había jurado y era solo una audiencia de sentencia, el uso de AI fue aceptado.
“Vamos a seguir evaluando caso por caso, pero esta tecnología es irresistible”, comentó Grimm.
No todos están tan entusiasmados. Derek Leben, experto en ética, expresó su preocupación.
Él teme que en el futuro otras personas usen AI sin respetar lo que la víctima hubiera querido realmente.
“No siempre sabremos si lo que dice la AI refleja fielmente los deseos de la víctima”, advirtió Leben.
La IA es una herramienta
A pesar de esas dudas, para la familia Pelkey esta fue una forma poderosa de cerrar un ciclo.
Stacey Wales lo resume así: “Esta tecnología es como un martillo. Puedes romper cosas o construir. Nosotros decidimos construir”.
Ella cree que su hermano merecía tener la última palabra. Y, gracias a la tecnología, así fue.
Este uso de la inteligencia artificial abre preguntas importantes sobre ética y justicia. Pero también muestra cómo la tecnología puede servir para sanar, no solo para innovar.