Algunas fases recurrentes del clima, conocidas como teleconexiones, tienen la capacidad de sincronizar las sequías a lo largo de miles de kilómetros. Esto avivaría los incendios forestales en todo el mundo, según dos nuevos estudios.
“Son una especie de efecto mariposa complejo, en el que las cosas que están ocurriendo en un lugar tienen muchos derivados muy lejos”, dice Sergio de Miguel, científico de ecosistemas de la Universidad de Lleida y la Unidad de Investigación Conjunta CTFC-Agrotecnio en Solsona, España.
Teleconexiones
Un ejemplo de una teleconexión climática muy conocida es El Niño – Oscilación del Sur ENSO, que se caracteriza por la acumulación de aguas superficiales cálidas en el Océano Pacífico provocada por el debilitamiento de los vientos alisios. También hay fases de aguas tropicales más frías, como el conocido fenómeno La Niña.
“Si cambias la temperatura del océano en el Pacífico tropical o el Atlántico… esa energía tiene que ir a alguna parte”, indica Samantha Stevenson, climatóloga de la Universidad de California». Por ejemplo, El Niño de 1982 provocó severas sequías en Indonesia y Australia, además de diluvios e inundaciones en partes de los Estados Unidos».
Investigaciones anteriores han predicho que el cambio climático provocará sequías más intensas y empeorará las temporadas de incendios forestales en muchas regiones. No obstante, son pocos los estudios sobre cómo las teleconexiones influyen en estos eventos a escala global.
Científicos de la Universidad de Clemson analizaron los datos sobre las condiciones de sequía desde 1901 hasta 2018 para simular el historial de sequías del mundo como una red de eventos de sequía, estableciendo conexiones entre eventos que ocurrieron dentro de tres meses de diferencia.
Así identificaron los principales puntos críticos de sequía en el planeta. Lugares en los que las sequías tendían a aparecer simultáneamente o en unos pocos meses. Estos puntos calientes incluían el oeste y el medio oeste de los Estados Unidos, el Amazonas, la vertiente oriental de los Andes, Sudáfrica, los desiertos de Arabia, el sur de Europa y Escandinavia.
“Cuando tienes sequía en un punto, tienes sequía en otros. Si sucede todo a la vez, puede afectar cosas como el comercio mundial, la contaminación y muchos otros factores”.
Sincronización de incendios
Un análisis posterior de las temperaturas de la superficie del mar y los patrones de precipitación sugirió que las principales teleconexiones climáticas estaban detrás de la sincronización de las sequías en continentes separados. El Niño parecía ser el principal impulsor de sequías simultáneas en partes de América del Sur, África y Australia.
En un segundo estudio, Sergio de Miguel y sus colegas compararon datos satelitales sobre el área quemada global desde 1982 hasta 2018 con información sobre la fuerza y la fase de las principales teleconexiones climáticas del mundo. Así averiguaron cómo estas últimas influyen en la cantidad de incendios forestales que ocurren cada año.
El equipo encontró que tales patrones climáticos regulan alrededor del 53% de la tierra quemada cada año. Según de Miguel, las teleconexiones influyen directamente en el crecimiento de la vegetación y otras condiciones como la aridez, la humedad del suelo y la temperatura que preparan los paisajes para los incendios.
Estas investigaciones están demostrando que las cicatrices de los incendios forestales en todo el mundo están conectadas a estas teleconexiones climáticas, y eso es muy útil, dice Stevenson. «Estudios similares nos ayudarían a construir planes internacionales a mayor escala para hacer frente a eventos que afectan a varios lugares a la vez».
Los artículos fueron publicados en Nature Communications.