Jeanne Calment estableció el último récord de esperanza de vida al fallecer en 1997 a los 122 años de edad. Aunque su registro ha sido cuestionado, las probabilidades de que las personas mayores de 110 años hoy en día lleguen a cumplir o superar los 125 años son muy bajas. El límite máximo de supervivencia parece haberse estancado en la década de los 100 años desde el siglo pasado.

Sin embargo, el economista David McCarthy y el experto en gestión de riesgos y seguros Po-Lin Wang son optimistas. En un nuevo artículo publicado en Plos One, sostienen que para el año 2060 se batirá un nuevo récord en la esperanza de vida.

Ley de muerte

McCarthy y Wang llegaron a este resultado mediante datos de mortalidad de cohortes de nacimiento disponibles en la base de datos de mortalidad humana. Empleando un enfoque estadístico de inferencia bayesiana, analizaron la expectativa de vida de los individuos nacidos en el mismo año en 19 países industrializados.

Los especialistas tuvieron que aplicar la ley de Gompertz-Makeham una función estadística que estudia la mortalidad y permite estimar la edad en la que se espera que cualquier individuo alcance por primera vez una meseta de mortalidad. Por ello, la ley de edad máxima de Gompertz-Makeham (GMA) también es conocida como «ley de muerte».

Si la GMA es bastante constante de una cohorte a la siguiente, podemos suponer que existe una edad máxima. Además, tiene en cuenta los factores que influyen en el envejecimiento y la mortalidad, como los avances en la ciencia médica.

Edad máxima

A lo largo de la historia, la GMA parece haberse mantenido relativamente estable. Las mejoras en el saneamiento, la atención médica y la nutrición han permitido predominantemente que más personas lleguen a la vejez, comprimiendo la distribución de la mortalidad más allá de cierto punto en lugar de extenderla.

Sin embargo, ha habido distintos períodos en los que esto no ha sido así. En décadas posteriores a la mitad del siglo XIX, hubo un salto de 5 años en la GMA.

Actualmente, se está produciendo un avance más notorio entre las personas nacidas entre 1910 y 1950. Esta cohorte, que tiene entre 70 y 110 años de edad, parece estar experimentando un retraso en la mortalidad de alrededor de 10 años. Esto sugiere que algunos jubilados podrían tener la posibilidad de celebrar sus cumpleaños incluso en el año 2060.

Las tendencias actuales también podrían explicar por qué los récords de longevidad parecen haberse estancado en las últimas décadas. Es posible que los cambios sociales que retrasan la mortalidad no afecten a todas las cohortes de manera uniforme. En otras palabras, los individuos que han alcanzado la edad suficiente para batir récords de longevidad pueden ser demasiado mayores para beneficiarse de las medidas que conducen a un mayor retraso en la mortalidad.

Un récord muy optimista

Sin embargo, los investigadores advierten que las conclusiones de su estudio se basan en numerosas suposiciones y especulaciones, incluyendo la relación entre la atención médica y el retraso en la mortalidad.

Asimismo, enfatizan que las cohortes nacidas antes de 1950 solo podrán superar los récords de longevidad si las políticas continúan apoyando la salud y el bienestar de las personas mayores, y si el entorno político, ambiental y económico permanece estable.

No olvidemos el impacto devastador que tuvo la pandemia en las personas mayores. Esto nos permite ver que la sociedad puede no estar preparada para una esperanza de vida récord.