The Blob fue una terrible ola de calor marina que en el 2013 se desarrolló frente a la costa de Alaska y se extendió a lo largo del Pacífico hasta México. Diezmó la pesca, proliferaron algas tóxicas, afectó los bosques marinos y las aves se quedaron sin comida. En aquel momento, la temperatura del océano cerca de Oregón había saltado 7 grados Celsius.

Nuevos modelos

Los científicos, al estar centrados en los datos de temperatura de la superficie del mar, desconocían lo que ocurría en las profundidades. Ahora, un estudio dirigido por investigadores de la NOAA (Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de EUA) muestra que las olas de calor marinas también pueden desarrollarse en las profundidades del agua. Incluso podrían extenderse por la superficie del océano.

Según la nueva información, las «olas de calor marinas de fondo» serían más intensas y tendrían una mayor duración que los períodos de calor en la superficie del océano.

«Esta es la primera vez que hemos podido sumergirnos realmente más profundo y evaluar cómo se desarrollan estos eventos extremos a lo largo de los fondos marinos poco profundos», dice Dillon Amaya, especialista en climatología del Laboratorio de Ciencias Físicas de la NOAA.

El análisis se centró en las costas oeste y este de América del Norte, utilizando datos que abarcan tres décadas, desde 1993 hasta 2019, para producir simulaciones con una resolución de 8 kilómetros o unas 5 millas. Esto es lo suficientemente preciso como para esbozar la forma en que los puntos calientes se superponen a las características del fondo marino.

«No solo las olas de calor marinas en el fondo tienden a persistir más que sus contrapartes en la superficie», escriben en el artículo publicado en Nature, «sino que hay muchas regiones donde su intensidad tiende a exceder la intensidad de las olas de calor marinas en la superficie para la misma ubicación».

Pasado y futuro

Estos dos tipos de olas de calor marinas tienden a ocurrir al mismo tiempo en regiones poco profundas donde las aguas superficiales y del fondo se mezclan. Los picos de temperatura a lo largo del lecho marino oscilaron entre 0.5 y 5ºC, sugiere el modelo.

Pero en partes más profundas de la plataforma continental, pueden desarrollarse olas de calor marinas en el fondo sin ningún indicio de calentamiento en la superficie.

«En ese sentido, podría estar sucediendo sin que los administradores de las pesquerías se den cuenta hasta que los impactos comiencen a notarse«, dice Amaya.

Los resultados subrayan la importancia de mantener sistemas de monitoreo oceánico a largo plazo, especialmente porque los científicos apenas comienzan a apreciar los impactos de las olas de calor marinas en el fondo.

El desarrollo de nuevas capacidades de observación para alertar a los administradores de recursos marinos sobre las condiciones de calentamiento del fondo también nos ayudaría a comprender mejor el pasado y estar preparados para lo que vendrá en el futuro.