Un equipo de astrónomos ha detectado lo que podría ser una exoluna volcánica orbitando el planeta WASP-49Ab, según un estudio publicado en la revista Astrophysical Journal Letters. Este exoplaneta, que orbita la estrella WASP-49A, situada a 635 años luz de la Tierra en la constelación de Lepus, fue descubierto en 2012.
Aunque el planeta en sí ha sido objeto de estudios, las observaciones recientes sugieren que una nube de sodio masiva alrededor de WASP-49Ab podría ser generada por un cuerpo celeste adicional, posiblemente una exoluna.
Comportamiento atípico
WASP-49Ab, un planeta con una masa similar a la de Saturno, completa una órbita alrededor de su estrella cada 2.8 días. Sin embargo, los astrónomos notaron algo extraño: una nube de sodio que parece moverse de manera independiente del planeta.
De acuerdo con Apurva Oza, astrónomo de Caltech, tanto el planeta como la estrella contienen cantidades mínimas de sodio, insuficientes para explicar la nube de aproximadamente 100,000 kg de sodio que parece estar siendo producida cada segundo.
El equipo, liderado por Oza, observó que la nube se comportaba de manera atípica. En ocasiones, su tamaño aumentaba repentinamente cuando no estaba cerca del planeta. Además, la nube se movía más rápido que WASP-49Ab, lo que indicaba que podría estar siendo generada por otro cuerpo en órbita.
«Creemos que este es un indicio crítico», dijo Oza, refiriéndose al movimiento de la nube en una dirección opuesta a lo que la física predice si fuera parte de la atmósfera del planeta. Los científicos establecieron que la nube está situada muy por encima de la atmósfera del exoplaneta, de manera similar a la nube de gas que la luna volcánica Io genera alrededor de Júpiter.
Exoluna
Utilizando modelos computacionales, los astrónomos simularon un escenario en el que una exoluna volcánica podría estar generando esta nube de sodio. Su modelo demostró que una exoluna con una órbita de ocho horas alrededor de WASP-49Ab podría explicar los patrones irregulares en el movimiento de la nube.
Rosaly Lopes, geóloga planetaria del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA, afirmó que la evidencia sugiere fuertemente la presencia de algo más que el planeta y la estrella como origen de la nube. «Detectar una exoluna sería extraordinario, y gracias a Io, sabemos que una exoluna volcánica es posible», señaló Lopes.
Este hallazgo abre nuevas posibilidades en la búsqueda de exolunas, especialmente aquellas con actividad volcánica, que podrían ampliar nuestro conocimiento sobre la formación y evolución de sistemas planetarios fuera de nuestro sistema solar.