La creciente temperatura global del planeta está provocando terribles olas de calor, incendios forestales descomunales, sequías y un clima extremadamente errático, dejando en evidencia una verdad innegable: el calentamiento global es una realidad.
El año pasado, en los países europeos, más de 61 000 personas perdieron la vida debido al aumento de la temperatura. Algunos países están menos preparados que otros y la Unión Europea ha puesto en la agenda la necesidad de protegerse ante las próximas olas de calor, que se espera sean aún más mortales.
Datos alarmantes
Eurostat, la agencia de estadísticas de la Unión Europea, informó de un número inusualmente alto de muertes en exceso durante los meses más cálidos. Sin embargo, la cantidad de fallecimientos directamente relacionados con el calor no había sido cuantificada.
Recientemente, un equipo de investigadores del Instituto de Salud Global de Barcelona y el Instituto de Investigación de Salud de Francia analizó datos sobre la temperatura y la mortalidad entre 2015 y 2022 en 823 regiones de 35 países europeos, abarcando a un total de 543 millones de personas. Su objetivo era predecir las muertes atribuibles a la temperatura para cada región en cada semana del verano europeo de 2022.
Según el estudio publicado en la revista Nature Medicine, estimaron que entre el 30 de mayo y el 4 de septiembre del año pasado, hubo 61 672 muertes relacionadas con el calor. Además, encontraron que durante la semana del 18 al 24 de julio, una ola de calor particularmente intensa ocasionó más de 11 600 muertes.
«Es un número muy elevado de fallecimientos», comentó Hicham Achebak, coautor del estudio. «Si bien conocíamos el efecto del calor en la mortalidad desde 2003, con este análisis vemos que todavía hay mucho trabajo por hacer para proteger a la población».
Los más vulnerables
Investigaciones anteriores han demostrado que Europa se está calentando al doble del promedio mundial. Mientras que el calentamiento global promedio desde mediados del siglo XIX ha sido de casi 1,2 grados, el año pasado Europa experimentó un aumento de alrededor de 2,3 grados con respecto a la época preindustrial.
Francia registró el mayor aumento de calor en comparación con su promedio de verano anterior, con un salto de 2,43 grados. Suiza le siguió de cerca con un aumento de 2,30 grados, luego Italia con 2,28 grados y Hungría con 2,13 grados. Italia encabezó la lista en cuanto a las muertes relacionadas con el calor, con 18 010 fallecimientos, seguida de España con 11 324 y Alemania con 8 173.
La mayoría de las muertes ocurrieron en personas mayores de 80 años. El 63% de las víctimas mortales por el calor eran mujeres. Sobre los 80 años, la diferencia era más notoria, pues las mujeres tenían una tasa de mortalidad un 27% más alta que la de los hombres.
A menos que se tomen medidas para proteger a las personas del aumento de las temperaturas, se estima que para 2030 Europa enfrentará un promedio de más de 68 000 muertes relacionadas con el calor cada verano. Para 2040, se prevé un promedio de más de 94 000 muertes, y para 2050, ese número podría aumentar a más de 120 000, advierten los investigadores.