La NASA ha publicado un plan de trabajo detallado de su misión DAVINCI, la cual estudiará la atmósfera y la superficie de Venus. Se espera que la misión sea lanzada en 2029 y la sonda de descenso entre en la atmósfera de Venus para el verano de 2031. Los detalles están disponibles en The Planetary Science Journal.
Las misiones DAVINCI y VERITAS fueron seleccionadas por la NASA para implementar el programa Discovery. El proyecto implica la creación de una sonda repetidora orbital y un módulo de aterrizaje atmosférico de descenso. Ambos deberían lanzarse en junio de 2029.
La información recopilada por la misión nos ayudará a conocer el origen de la atmósfera de Venus y su evolución. Los datos nos permitirán conocer la diferencia entre Venus y otros planetas terrestres, así como la confirmación de un antiguo océano y su vulcanismo activo actual.
DAVINCI proporcionará información detallada sobre la composición de la atmósfera y los procesos químicos y físicos en las nubes y la atmósfera inferior. Asimismo, la agencia espacial espera conocer las propiedades de la superficie de Venus.
La misión
Ahora, un equipo del Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA ha publicado un plan detallado para explorar la atmósfera y la superficie de Venus.
Seis meses después del lanzamiento, un orbitador llamado CRIS ejecutará un sobrevuelo cercano al planeta, realizando estudios remotos y espectroscopia de las nubes en el lado diurno de Venus. La sonda también mapeará la emisividad del infrarrojo cercano de la superficie del planeta en el lado nocturno. Un segundo sobrevuelo se llevará a cabo en noviembre de 2030.
La misión observará detalladamente áreas montañosas como Tesserae y Mount Maat. Después de otros 7 meses, la sonda orbital visitará Venus por tercera vez. Finalmente, el 21 de junio de 2031, la sonda de descenso debería aterrizar en el planeta.
La NASA eligió la montañosa Región Alfa en el hemisferio sur del planeta cerca del ecuador. El área de trabajo es una tessera: un tipo único de característica geológica de Venus. El módulo de descenso será una carcasa de titanio esférica sellada que medirá 0,98×0,85 metros y pesará unos 200 kilogramos.
El duro viaje
La carga útil de la sonda de descenso consistirá de 5 instrumentos. Un espectrómetro de masas VMS, un espectrómetro láser Venus VTLS, un instrumento ambiental VASI, una cámara infrarroja VenDI y un sensor de oxígeno VfOx. El orbitador CRIS estará equipado con dos instrumentos: el sistema de imágenes VISOR (con 4 cámaras) y el espectrómetro CUVIS.
El proceso de aterrizaje será extremadamente duro. Tras entrar en la atmósfera la nave abrirá el paracaídas a una altitud de unos 70 kilómetros. Luego, la sonda de descenso dejará caer el escudo térmico y comenzará a recopilar información sobre el contenido de varios componentes de gas en el medio ambiente.
Los sensores estudiarán la dinámica de la composición isotópica de la atmósfera, su temperatura, presión y fuerza del viento en función de la altura. La NASA busca observar la superficie del planeta, y espera que las imágenes más nítidas sean de menos de 50 centímetros por píxel.
Todos los datos recibidos se transmitirán a la sonda CRIS, la cual los enviará de regreso a la Tierra. El equipo confía en que el lander aterrice en Venus entre 57,04 y 66,7 minutos después del momento de la separación de la sonda orbital. Esta última deberá trabajar durante otros 17-18 minutos antes de apagarse.