Miles de especies de animales están esperando ser descubiertas. Aunque se estima que un buen número son insectos, los mamíferos también representan una gran porción, considerando que estos son los animales más estudiados.
Según los modelos predictivos más recientes, más del 80% de los mamíferos probablemente ya hayan recibido una clasificación formal. Con más de 6400 especies de mamíferos descritas en el registro, se calculan más de mil especies desconocidas que necesitarían una clasificación formal.
Evidentemente, los mamíferos aún sin descubrir no son del tamaño de un elefante, sino más bien como pequeñas musarañas y murciélagos. Su tamaño ha dificultado su distinción morfológica y, los biólogos los habrían clasificado en el mismo taxón. A simple vista es difícil decir con certeza si un organismo es una especie u otra, a menos que se realice un examen genético.
Estas especies ocultas reciben el nombre de «comodines de la biodiversidad» entre la comunidad científica. Al pasar así de desapercibidas, no se pueden considerar dentro de las redes alimentarias, trabajos de conservación ni estudios de evolución.
Nuevos modelos biológicos
Haciendo uso del machine learning, investigadores analizaron secuencias de genes y datos geográficos y biológicos de más de 4000 mamíferos, e identificaron qué taxones tienen más probabilidades de albergar «comodines».
Con ello, determinaron la procedencia de estos animales y por lo tanto, qué ecosistemas incluir en las siguientes investigaciones taxonómicas.
Por ejemplo, el Sudeste Asiático es un lugar crucial para buscar comodines, puesto que los modelos evolutivos y genéticos la colocan como la región con mayor proporción de especies ocultas en relación con la riqueza de especies.
Desde 1992, la mayoría de los mamíferos descritos han sido de cuerpo pequeño, se encuentran en grandes rangos y viven en hábitats que experimentan cambios diarios y estacionales en la precipitación y la temperatura.
Los taxones con mayor cantidad de comodines, como erizos y roedores, se ubican en rangos geográficos amplios. El hogar estas especies se caracteriza por una variabilidad relativamente alta en temperatura y precipitación, como las selvas tropicales. Estas, en general, albergan la mayor diversidad de mamíferos del mundo.
Trabajos de conservación
Al saber dónde buscar, se pueden optimizar los esfuerzos para la protección de especies y ecosistemas. Así lo explica, Bryan Carstens, de la Universidad de Ohio, coautor del análisis más reciente publicado en PNAS:
«Nuestro estudio refuerza los llamados existentes para una mayor inversión en investigación taxonómica, particularmente en taxones poco estudiados y no descritos que enfrentan una extinción silenciosa. Sugiere que existen especies ocultas en lugares predecibles, esperando una descripción formal«.
«Ese conocimiento es importante para las personas que realizan trabajos de conservación. No podemos proteger una especie si no sabemos que esta existe«, enfatiza Carstens.
«Tan pronto como nombramos algo como especie, será considerada de muchas maneras legales y de otro tipo».