Un grupo de investigadores ha logrado reconstruir la evolución del núcleo de la Tierra durante cientos de millones de años. Para ello analizaron cristales de roca antiguos y los registros de magnetismo que se almacenan en ellos. Los datos se publicaron en Nature Communications.
Los geólogos actualmente saben que el núcleo interno sólido de la Tierra está intercalado entre el núcleo externo fundido. La corteza se asienta sobre el manto rocoso (la capa más gruesa), separando la corteza del núcleo. La distancia entre estos dos es de unos 2900 kilómetros.
Cambio en el núcleo
Según el trabajo, hace unos 550 millones de años el núcleo interno de la Tierra comenzó a cristalizarse en una masa considerable. El campo magnético, que se había agotado unos 15 millones de años antes, fue restaurado por este evento, creando así las condiciones ideales para el surgimiento de la vida en la superficie de la Tierra.
El hierro líquido del núcleo exterior genera y mantiene el campo magnético de la Tierra, que, a su vez, protege la vida de los peores efectos de los vientos solares. Sin embargo, la aleación sólida de hierro y níquel en el centro también tiene una función crucial que desempeñar como fuente de energía.
«El núcleo interno es tremendamente importante», dijo el geofísico John Tarduno, autor de la investigación. «Justo antes de que el núcleo interno comenzara a crecer, el campo magnético estaba a punto de colapsar. Pero, tan pronto comenzó a crecer, el campo se regeneró».
Las rocas y su importancia
Los científicos de la Universidad de Rochester usaron cristales de feldespato en la anortosita, para estudiar indirectamente el núcleo de la Tierra. Estos cristales sirven como registradores de magnetismo extremadamente precisos.
Para determinar el cambio en la fuerza magnética, compararon rocas de hace unos 565 millones de años con rocas que datan unos 532 millones de años atrás. Este cambio representa un retorno dramático del campo magnético de la Tierra; y aunque tomó decenas de millones de años, es un período corto de tiempo desde una perspectiva geológica.
De acuerdo con los modelos térmicos, la estructura del núcleo interno cambió hace unos 450 millones de años, separando el núcleo interno más interno del más externo. Estos tiempos también se alinean con cambios en el manto.
Restringir la edad del núcleo interno con mayor precisión, permitió explorar que el núcleo interno actual en realidad se compone de dos partes. «Los movimientos de placas tectónicas en la superficie de la Tierra afectaron indirectamente al núcleo interno. Y la historia de estos movimientos está impresa en lo profundo de la Tierra en la estructura del núcleo interno”, señaló Tarduno.
Comprender cómo cambió el núcleo interno a su estado actual nos ayudará a predecir otro cambio en el futuro. Asimismo, nos proporciona un punto de referencia para comparar, al investigar otros planetas como Marte.