Un hongo parásito sería una alternativa biodegradable al plástico

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Un hongo parásito sería una alternativa biodegradable al plástico

(Pixabay)

Los troncos de algunos árboles del hemisferio norte están decorados con una voluminosas protuberancias. Este es el signo de que han sido escogidos como los hospederos del hongo parásito Fomes fomentarius.

El hongo de la yesca descompone la madera, una propiedad que podría permitirle proporcionar una alternativa natural y biodegradable a ciertos plásticos y otros materiales en el futuro.

 

Observación microscópica

Fomes fomentarius tiene un papel clave en la naturaleza. Se adhiere a los árboles muertos y libera importantes nutrientes que de otro modo permanecerían en la corteza. Históricamente ha sido utilizado para encender fuego, aunque también se ha incorporado a la ropa y al campo de la medicina.

Ahora, los científicos han encontrado que posee una microestructura compleja ligera pero resistente. Estas características podrían explotarse para la elaboración de productos alternativos al plástico.

El micelio de los hongos está compuesto por filamentos delgados conocidos como hifas. Estas forman redes similares a raíces que se propagan a través del suelo o material en descomposición. Pero, en el caso del hongo de la yesca, dicha red se puede dividir en tres capas distintas. Así lo afirman investigadores de la Universidad de Helsinki, en su estudio publicado en Science.

«El micelio es el componente principal en todas las capas. Sin embargo, en cada capa este exhibe una microestructura muy distinta con orientación preferencial, relación de aspecto, densidad y longitud de rama únicas», escriben los autores.

Primero recolectaron muestras del hongo yesquero en Finlandia. Luego, realizaron observaciones microscópicas de su cuerpo, además de probar la resistencia mecánica de sus tejidos. Los análisis revelaron tres capas morfológicas: una corteza externa dura y delgada que encierra una capa espumosa debajo y pilas de estructuras tubulares huecas en el núcleo.

 

Liviano y fuerte

Algunas partes del hongo eran tan fuertes como la madera contrachapada, el pino o el cuero y al mismo tiempo eran más livianas que esos materiales. Los científicos encontraron que los tubos huecos, que constituyen la mayor parte de los cuerpos fructíferos de F. fomentarius, pueden resistir fuerzas mayores que la capa espumosa, todo sin sufrir mayores deformaciones.

«Resulta extraordinario que con cambios mínimos en la morfología celular y la composición polimérica extracelular se formulen diversos materiales con distintos rendimientos fisicoquímicos, que superan a la mayoría de los materiales naturales y hechos por el hombre, los cuales generalmente se enfrentan a compensaciones de propiedades», enfatizan.

Es necesario determinar exactamente cómo y dónde podría usarse este hongo parásito. Aun así, comprender sus capas es un paso importante: ahora sabemos cómo se construye a nivel celular.

«Los resultados nos ofrecen una gran fuente de inspiración para producir materiales multifuncionales con propiedades superiores para diversas aplicaciones médicas e industriales en el futuro«, concluyen.