El Telescopio James Webb (JWST) captó una gran columna de moléculas de agua expulsadas por géiseres desde la superficie de Encélado, convirtiéndolo en la principal fuente de agua en el sistema de Saturno. Las imágenes fueron publicadas en el sitio web del telescopio.
El helado satélite natural es conocido por tener un océano subterráneo de varias decenas de kilómetros de profundidad, confirmado por la sonda espacial Cassini. Esta detectó fluctuaciones satelitales y columnas de vapor de agua expulsadas de una red de grietas cerca del polo sur. El descubrimiento de hidrógeno y moléculas orgánicas indica actividad hidrotermal en el fondo del océano, aumentando su potencial habitabilidad.
Ahora, el JWST ha brindado a los científicos la oportunidad de examinar nuevamente estos chorros de agua y su composición. «Con el telescopio James Webb, podemos medir el agua desde lejos y ver la vista completa por primera vez», dijo a Space.com, Geronimo Villanueva del Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA.
Nuevas imágenes
Los astrónomos presentaron las primeras observaciones en el infrarrojo cercano de Encélado utilizando los instrumentos NIRSpec y NIRCam del JWST. Durante la investigación, se descubrió una extensa columna que contenía moléculas de agua, que se extendía hasta 10 mil kilómetros (o 40 radios de Encélado). Esta columna, con una temperatura aproximada de 25 kelvin, también exhibió radiación de fondo formando una dona alrededor de la órbita de Encélado, inclinada a 15,2 grados.
Así, el satélite resultó ser la principal fuente de agua en el sistema de Saturno. La tasa de producción de vapor de agua de Encélado es de 300 Km/s, y la dona contiene alrededor de 2,5×1034 moléculas de agua. Esto equivale al 32% de las moléculas expulsadas de la superficie de la luna.
Los resultados son consistentes con los datos obtenidos por las misiones Cassini y Herschel hace 13 y 15 años, lo que sugiere una estabilidad a largo plazo en las erupciones de vapor de agua. Sin embargo, la búsqueda de otras moléculas como CO2, CO, CH4, C2H6 y CH3OH, así como hielo de amoníaco, no arrojó resultados positivos.
Más estudios
Aunque los científicos esperaban detectar agua en Encélado, los resultados de la primera observación del Webb fueron una sorpresa. Según Villanueva, sólo esperaban ver un poco de agua cerca de la superficie, nunca se anticipó una emisión tan significativa.
El hallazgo plantea interrogantes sobre lo que podría estar presente en todo el sistema solar junto con estos chorros de agua. Además, el análisis de datos de la misión Cassini previamente identificó moléculas en la columna de Encélado que serían indicativas de vida.
Los investigadores sostienen que Encélado cumple con los requisitos necesarios para el desarrollo de formas de vida simples. Por ejemplo, la presencia de un océano líquido, un núcleo rocoso que proporciona nutrientes y calor a través de las fuerzas gravitatorias de Saturno, y reacciones químicas que favorecerían la aparición de microorganismos.