Miden menos de un milímetro de largo pero su tamaño no determina su valía. Son extremadamente resistentes a condiciones como el espacio exterior o a temperaturas de hasta 150°C. Puedes deshidratarlos, luego hidratarlos y a pesar de eso encontrar a uno vivito y coleando. Con esto dicho, ya sabes a qué organismo nos estamos refiriendo. Sí, a los famosos «ositos de agua», o tardígrados.

Paso parejo y ligero

Muchos de los secretos detrás su resistencia y supervivencia continúan aún sin ser develados. Incluso, aspectos tan básicos como el movimiento que hacen al caminar, eran una interrogante latente. El oso de agua es uno de los animales más pequeños con patas que conocemos. 

«Una de las cosas más geniales, e inicialmente más sorprendentes, acerca de los tardígrados que se acercaron a mí fue lo bueno que lo hicieron», escribió en Twitter Jasmine Nirody, bióloga de la Universidad Rockefeller.

«¡Tienen un paso regular, y muy parecido al de animales mucho, mucho más grandes!»

El equipo liderado por Nirody estaba decidido a aprender sobre los pasitos de los tardígrados. Entonces caracterizaron los patrones de coordinación entre las piernas de los tardígrados utilizando un video de alta velocidad con los ositos caminando en sustratos de gel y otras superficies. El resultado es una serie de fotogramas que podrían derretir el corazón de cualquiera. Mira este:

¿Antepasado común?

Descubrieron que su patrón de pasos es muy similar al de los insectos, a pesar de que los dos grupos tienen tamaños increíblemente diferentes y morfológicamente son muy distintos también.

Además, intentaron con el vidrio liso como sustrato. Sobre esto podemos decir que caminan – o lo intentan- como los perros, los gatos, o nosotros tratando de desafiar una superficie como esa. Evidentemente, felices no estaban:

Los científicos observaron adaptaciones muy interesantes en la locomoción de los tardígrados. Fascinantes, de hecho, para cualquier biólogo o apasionado de la vida diminuta.

«Encontramos que los tardígrados adaptan su locomoción a un patrón de coordinación ‘galopante’ cuando caminan sobre sustratos más blandos», señalaron en un nuevo artículo.

«Esta estrategia también se ha visto en artrópodos para moverse de manera eficiente sobre sustratos fluidos o granulares«.

Lo que más llama la atención de los investigadores es la similitud con el caminar de los insectos. «El motivo por el que los tardígrados caminan de manera tan similar a los insectos sigue siendo una pregunta abierta».

Ello da paso a muchas hipótesis. Por ejemplo, se piensa que podría haber un antepasado común potencial con los insectos. De igual forma, es posible que el rasgo de caminar evolucionó por separado en ambos organismos. Todavía no se tiene certeza sobre nada, pero estas imágenes de los pequeños ositos usando sus pequeñas y regordetas piernas sí que mejoran nuestro día:

El trabajo del equipo de la Dra. Nirody con la especie Hypsibius dujardini se encuentra publicado en PNAS.