Para finales de siglo los veranos en el hemisferio norte durarían hasta medio año

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Para finales de siglo los veranos en el hemisferio norte durarían hasta medio año

El cambio climático está dejando sentir sus efectos, y en el futuro serán más graves. Una investigación publicada en Geophysical Research Letters encontró que los veranos en el hemisferio norte podrían durar la mitad del año para el 2100. Los impactos sobre la salud humana, la agricultura y la ecología serían dramáticos.

Un cambio tan significativo en las estaciones tiene el potencial de causar una gran alteración en los ecosistemas. Éstos a menudo están finamente equilibrados en términos de horarios y temperaturas.

El estudio concluye que, si el calentamiento global continúa al ritmo actual, los riesgos para la humanidad solo se agravarán con el tiempo. De hecho, algunos cambios ya están ocurriendo: olas de calor extendidas e incendios forestales, hasta patrones de migración cambiantes que afectan la cadena alimentaria.

“Los veranos son cada vez más largos y calurosos, mientras que los inviernos son más cortos y cálidos debido al calentamiento global”, dice el oceanógrafo físico Yuping Guan, de la Academia de Ciencias de China. “Con más frecuencia, leo algunos informes meteorológicos fuera de temporada, por ejemplo, primavera falsa o nieve de mayo, y cosas por el estilo”, agrega.

El estudio

Los investigadores analizaron los datos climáticos históricos diarios de 1952 a 2011, y encontraron que los días con el 25% más caluroso de las temperaturas durante esos años fueron los meses de verano. Paralelamente, las temperaturas más frías fueron los meses de invierno.

El análisis reveló que el verano creció en promedio de 78 días a 95 días entre 1952 y 2011, y el invierno se redujo de 76 a 73 días. La primavera y el otoño también se redujeron, 9 días y 5 días respectivamente. Mientras que la primavera y el verano han comenzado gradualmente antes, el otoño y el invierno comenzaron más tarde.

Luego, el equipo recurrió a modelos climáticos futuros para predecir cómo continuarían estas tendencias hasta el cambio de siglo. Encontraron que el hemisferio norte podría tener un verano que comience a principios de mayo y termine a mediados de octubre para el 2100.

Dicho escenario es potencialmente peligroso por muchas razones. Significaría más tiempo con polen alergénico en el aire, y una mayor propagación de mosquitos tropicales portadores de enfermedades, por nombrar solo dos consecuencias.

Cambios

Según los datos recopilados desde 1952, la región del Mediterráneo y la meseta tibetana han experimentado mayores cambios en lo que respecta a los ciclos estacionales. Sin embargo, es poco probable que alguna parte del mundo pueda escapar a los efectos secundarios del cambio climático.

Mientras las temperaturas aumentan cada vez más, vemos que los patrones climáticos del mundo cambian más allá del punto sin retorno. Asimismo, cada variación climática tiene un impacto en los océanos y la tierra debajo.

Finalmente, suponiendo que los veranos más extensos suenen atractivos, realmente las consecuencias podrían ser funestas. Solamente en el 2020 se registraron olas de calor, huracanes, e incendios forestales mucho más fuertes en promedio a los años anteriores.