La NASA ha seleccionado dos nuevas misiones a Venus, el vecino planetario más cercano a la Tierra. Según anunció la agencia espacial, las misiones DAVINCI+ y VERITAS buscarán comprender en qué momento Venus se convirtió en un mundo infernal teniendo tantas características similares al nuestro.
Las dos sondas fueron elegidas como parte del programa Discovery que estudiará, además, si Venus pudo haber sido el primer mundo habitable en el sistema solar, completo con un océano y un clima similares a la Tierra.
Estas investigaciones son las selecciones finales de cuatro conceptos de misión que la NASA eligió en febrero de 2020. Tras un proceso competitivo de revisión por pares, escogieron las dos misiones en función de su valor científico potencial y la viabilidad de sus planes de desarrollo.
La NASA está otorgando aproximadamente 500 millones de dólares por misión para su desarrollo. Se espera que cada uno sea lanzado en el período 2028-2030. Mientras tanto, los equipos del proyecto ahora trabajarán para finalizar sus requisitos, diseños y planes de desarrollo.
Sonda atmosférica
Una de las misiones es DAVINCI+ (Investigación y toma de imágenes de gases nobles y química en atmósfera profunda de Venus). Como su nombre indica, la sonda medirá la composición de la atmósfera de Venus para comprender cómo se formó, evolucionó, y determinar si el planeta alguna vez tuvo un océano.
La misión consiste en una esfera descendente que se sumergirá a través de la atmósfera espesa del planeta, realizando mediciones precisas de gases nobles y otros elementos. La intención final es comprender por qué la atmósfera de Venus es un invernadero en comparación con la atmósfera de la Tierra.
Además, DAVINCI+ tomará las primeras imágenes de alta resolución de las “teselas”. Estas características geológicas únicas de Venus pueden ser comparables a los continentes de la Tierra, sugiriendo que Venus tiene placas tectónicas.
Sería la primera misión dirigida por EE.UU. a la atmósfera de Venus desde 1978. Los resultados podrían remodelar nuestra comprensión de la formación de planetas terrestres en nuestro sistema solar y más allá.
Mapas en 3D
La otra misión es VERITAS (Emisividad de Venus, Radiociencia, InSAR, Topografía y Espectroscopia). Esta sonda mapeará la superficie de Venus para determinar la historia geológica del planeta y comprender por qué se desarrolló de manera tan diferente a la Tierra.
VERITAS estará en órbita alrededor de Venus con un radar de apertura sintética, y trazará las elevaciones de la superficie de casi todo el planeta. De esta forma, la sonda creará reconstrucciones 3D de la topografía y confirmará si procesos como la tectónica de placas y el vulcanismo todavía están activos en Venus.
Asimismo, mapeará las emisiones infrarrojas de la superficie de Venus a fin de conocer su tipo de roca, en gran parte desconocido. Paralelamente, determinará si los volcanes activos están liberando vapor de agua a la atmósfera.
“Estamos marcando el comienzo de una nueva década de Venus para comprender cómo un planeta similar a la Tierra puede convertirse en un invernadero”, dijo Thomas Zurbuchen, administrador asociado de ciencia de NASA.
Luego agregó que no solo se trataba de comprender la evolución de los planetas y la habitabilidad en nuestro propio sistema solar “sino de extenderse más allá de estos límites a los exoplanetas, un área de investigación emocionante y emergente para la NASA”.