El tamaño del cerebro podría aumentar gradualmente con el tiempo, de acuerdo con nuevos datos. Los científicos creen que esto podría reducir el riesgo de demencia en las generaciones más jóvenes.
Cerebros más grandes
Un reciente estudio analizó imágenes de cerebro de más de 3000 estadounidenses de entre 55 y 65 años y encontró que aquellos nacidos en la década de 1970 tienen un volumen cerebral en promedio 6.6% mayor que los nacidos 40 años antes.
Los denominados generación X tenían además casi un 8% más de volumen de materia blanca y casi un 15% más de volumen de superficie de materia gris que los miembros de la Generación Silenciosa (nacidos entre 1928 y 1945). Además, el volumen hipocampo, que desempeña un papel importante en la memoria y el aprendizaje, se expandió en un 5,7%, independientemente de factores como la altura, la edad y el sexo.
«La década en que nace una persona afecta el tamaño del cerebro y, potencialmente, la salud cerebral a largo plazo«, explica el neurólogo Charles DeCarli . «La genética juega un papel importante en la determinación del tamaño del cerebro, pero nuestros hallazgos indican que influencias externas, como factores de salud, sociales, culturales y educativos, también pueden desempeñar un papel«.
Disminución de la demencia
La demencia se caracteriza por un adelgazamiento de la materia gris del cerebro, llamada corteza, que desempeña un papel en la memoria, el aprendizaje y el razonamiento, entre muchos otros procesos cognitivos.
Hoy en día, la demencia afecta a decenas de millones en todo el mundo y, a medida que aumenta el envejecimiento de la población mundial, los diagnósticos de la enfermedad están en camino de triplicarse en las próximas tres décadas.
Pero hay algo esperanzador a considerar: en las últimas tres décadas, la incidencia de la demencia en Estados Unidos y Europa ha disminuido aproximadamente un 13% cada década. El riesgo absoluto de demencia parece estar disminuyendo entre las generaciones más jóvenes, posiblemente debido a estilos de vida y educación más saludables.
Debido a que el cerebro enfermo se reduce gradualmente con el tiempo, tiene sentido que tener más volumen para empezar pueda ayudar a proteger contra las pérdidas relacionadas con la edad. De hecho, los estudios han demostrado que el rendimiento cognitivo es mejor en pacientes con Alzheimer con cabezas más grandes, lo que respalda la llamada «hipótesis de la reserva cerebral«.
Para ver si el tamaño del cerebro podría explicar la menor incidencia de demencia en las generaciones más jóvenes, deCarli y sus colegas utilizaron datos de la salud de los estadounidenses nacidos entre 1930 y 1980. No se limitaron a comparar a los nacidos en la década de 1930 con los de 1970. Repitieron su análisis entre 1 145 adultos de edad similar que también nacieron en las décadas de 1940 y 1950.
Una vez más, sus hallazgos revelaron un aumento constante y consistente en el volumen cerebral década tras década, un efecto que, según los investigadores, es pequeño para el individuo, pero «probablemente sea sustancial a nivel poblacional».
El tamaño no lo es todo
«Una estructura cerebral más grande representa una reserva cerebral más grande y puede amortiguar los efectos en la vejez de las enfermedades cerebrales relacionadas con la edad, como el Alzheimer y las demencias relacionadas«.
Pero el tamaño no lo es todo cuando se trata de la función cerebral. No necesariamente te hace más inteligente, aunque puede proporcionar un buen amortiguador para el deterioro que viene con la edad.
El ejercicio regular, por ejemplo, está relacionado con un mayor volumen cerebral en las regiones de memoria y aprendizaje. Mientras que la mala alimentación, el consumo de alcohol y el aislamiento social parecen tener el efecto contrario.