La reciente misión de la NASA para recolectar una muestra del asteroide Bennu ha presentado un obstáculo. Los científicos se están esforzando por abrir el contenedor del Mecanismo de Adquisición de Muestras Touch-and-Go (TAGSAM) para acceder a la valiosa muestra del asteroide.
El contenedor TAGSAM está herméticamente sellado y requiere ser abierto en una guantera especial diseñada para minimizar la contaminación terrestre. Esto es crucial, ya que los científicos desean estudiar la muestra en su estado más prístino. La guantera proporciona un ambiente limpio y sellado con un flujo constante de nitrógeno, y los científicos pueden acceder a la muestra utilizando los guantes adjuntos.
El TAGSAM, que constituye la cabeza del brazo de recolección, tomó la muestra del asteroide en 2020. Luego, fue sellada en un recipiente y enviada de regreso a la Tierra a bordo de la nave espacial OSIRIS-REx, la cual regresó a la Tierra en septiembre después de un viaje de siete años.
Sin contaminación
Aunque se abrió el recipiente y se recogió algo de tierra de asteroide del exterior del TAGSAM, el contenedor en sí permanece sellado. Esto se debe a que 2 de los 35 sujetadores del TAGSAM no se pueden quitar con las herramientas aprobadas para su uso en la guantera. Quitar el TAGSAM de la guantera para acceder a los sujetadores expondría la muestra a la contaminación.
La NASA ahora trabaja en el desarrollo de nuevos enfoques para extraer el material del TAGSAM. Sin embargo, como ya se mencionó, se debe garantizar que la muestra permanezca segura y prístina.
El equipo es optimista: ya han recolectado 70,3 gramos de material del asteroide Bennu del recipiente de viaje y alrededor del TAGSAM. Esto supera su objetivo inicial de 60 gramos. Además, se estima que hay 250 gramos de tierra dentro del contenedor, lo que promete abundante material para estudios científicos.
Los siguientes pasos
Se anticipa que la solución para abrir el TAGSAM tomará algunas semanas. Durante este período, el TAGSAM ha sido reintroducido en el contenedor de transferencia, sellado con una junta tórica y colocado en una bolsa de teflón rellena de nitrógeno para mantener su integridad.
Mientras el equipo científico trabaja para acceder al resto de la muestra, ya hay una cantidad sustancial de material de asteroide disponible para su estudio. Algunas de las sorpresas las reportamos aquí.
La misión OSIRIS-REx, lanzada en 2016, ha sido un largo viaje. Esperar unas semanas más solo será un pequeño sacrificio por la riqueza de conocimiento científico que la muestra promete aportar.
