Un estudio publicado en JAMA Network Open ha arrojado luz sobre los factores que predisponen a algunas personas a sufrir COVID prolongado, una condición en la que los síntomas de la infección por SARS-CoV-2 persisten más allá de los tres meses. Este hallazgo resulta fundamental para comprender mejor y tratar esta afección que afecta a una de cada cinco personas infectadas.
El estudio, realizado por un equipo de expertos en los Estados Unidos, analizó los registros de 4,708 adultos estadounidenses infectados entre abril de 2020 y febrero de 2023.
Los resultados muestran que las mujeres y las personas con antecedentes de enfermedades cardiovasculares tienen mayor probabilidad de desarrollar COVID prolongado. Por otro lado, aquellos que fueron vacunados o que contrajeron la variante Omicron del virus presentaron menor riesgo de sufrir esta condición.
La Dra. Elizabeth Oelsner, epidemióloga del Centro Médico Irving de la Universidad de Columbia, destaca la importancia de la vacunación no solo para reducir la gravedad de la infección, sino también para disminuir el riesgo de COVID prolongado.
«Nuestro estudio subraya el importante papel que ha jugado la vacunación contra el COVID, no solo en la reducción de la gravedad de la infección sino también en la reducción del riesgo de COVID prolongado», afirma Oelsner.
Factores de riesgo
Otros factores como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica y el historial de tabaquismo también se relacionaron con tiempos de recuperación más largos, aunque estos factores se volvieron insignificantes cuando se consideraron otros riesgos.
Además, las infecciones graves y los tiempos de recuperación más prolongados fueron más comunes entre los participantes nativos americanos y nativos de Alaska, lo que resalta las disparidades raciales y étnicas en la experiencia con COVID-19.
A pesar de que estudios previos han sugerido que el COVID prolongado puede desencadenar problemas de salud mental, esta investigación no encontró una relación significativa entre los síntomas depresivos previos a la infección y el desarrollo de COVID prolongado.
«Aunque los estudios han sugerido que muchos pacientes con COVID prolongado experimentan desafíos de salud mental, no encontramos que los síntomas depresivos previos a la infección por SARS-CoV-2 fueran un factor de riesgo importante para el COVID prolongado», explica Oelsner.
Importancia
La identificación de quiénes son más propensos a sufrir COVID prolongado facilita a los investigadores entender por qué ocurre en ciertas personas y qué tratamientos podrían ser efectivos.
Con millones de personas en todo el mundo lidiando con síntomas persistentes, la investigación continua sobre esta enfermedad es vital tanto para los afectados como para la sociedad en general.
«Nuestro estudio establece claramente que el COVID prolongado supone una carga sustancial personal y societal», concluye Oelsner. «Al identificar quiénes son más propensos a una recuperación prolongada, tenemos una mejor comprensión de quiénes deben estar involucrados en estudios continuos para reducir o prevenir los efectos a largo plazo de la infección por SARS-CoV-2».
