Investigadores han confirmado la existencia de un exoplaneta, conocido como LHS 3844b o Kua’kua, que presenta una cara eternamente bañada por la luz de su estrella y otra sumida en la más profunda oscuridad. Este fenómeno, conocido como bloqueo de mareas, ha sido detalladamente documentado en una reciente publicación en The Astrophysical Journal.
Bloqueo de mareas
El descubrimiento marca la primera evidencia contundente de que planetas fuera de nuestro Sistema Solar pueden quedar «bloqueados por mareas» con su estrella anfitriona, es decir, tienen un período orbital que coincide exactamente con su rotación.
Esto resulta en que una de las caras del exoplaneta siempre esté dirigida hacia su estrella, experimentando un calor abrasador sin descanso, mientras que el lado opuesto permanece en una noche perpetua.
Aunque la proximidad de Kua’kua a su estrella Batsũ̀ lo hace inhóspito para la vida tal como la conocemos, el hallazgo confirma finalmente lo que los astrónomos habían sospechado desde hace tiempo. Los exoplanetas bloqueados por mareas son una posibilidad real, y quizás incluso comunes, en la Vía Láctea.
Nicolas Cowan, un astrónomo de la Universidad McGill en Canadá, expresó su entusiasmo ante la revista Nature: «Lo que era teórico ahora se siente real. Así es realmente como lucen estos planetas».
El bloqueo de mareas es un fenómeno ya observado dentro de nuestro Sistema Solar, aunque no entre los planetas que orbitan el Sol. Un ejemplo cercano es nuestra Luna, que siempre muestra la misma cara hacia la Tierra debido a este mismo mecanismo.
El trabajo
La investigación fue liderada por Xintong Lyu de la Universidad de Pekín en China. El equipo desarrolló un modelo térmico global de un exoplaneta sin atmósfera y lo comparó con observaciones del sistema tomadas con el telescopio infrarrojo Spitzer. Lo que buscaron específicamente fue evidencia del calentamiento interno generado por la distorsión constante en una órbita asincrónica.
Encontraron que el exoplaneta es demasiado frío para algo distinto a una órbita bloqueada por mareas. Esto indica que, en caso de no poseer una atmósfera, Kua’kua sería esencialmente una roca desnuda y bloqueada por mareas, similar a nuestra Luna pero de mayor tamaño.
La investigación también reveló que Kua’kua orbita su estrella a 48 años luz de distancia y tiene 1.3 veces el radio y 2.25 veces la masa de la Tierra, con una densidad ligeramente superior a la de nuestro planeta, lo que sugiere una composición rocosa.
Más estudios
Se necesitan más observaciones con instrumentos más potentes para confirmar estos hallazgos de manera definitiva. Sin embargo, los resultados actuales representan la mejor evidencia hasta la fecha de que algunos mundos pueden estar permanentemente anclados a sus estrellas.
Este descubrimiento amplía nuestro entendimiento sobre la complejidad de los sistemas planetarios fuera de nuestro propio hogar cósmico. Pero también abre nuevas vías para la investigación sobre la habitabilidad y las condiciones extremas en exoplanetas.