En los últimos días, estos pequeños mamíferos han alcanzado los titulares de diarios y otros medios de comunicación alrededor del mundo y no por una agradable razón. Los visones poseen una piel muy cotizada para elaborar abrigos por lo que permanecen toda su vida en granjas de peletería. En estas, han contraído el virus causante de la pandemia, concretamente una cepa de éste que podría poner en jaque el desarrollo de la vacuna contra el Covid-19. Pero ¿Quiénes son estos mamíferos?
El origen del problema
Comúnmente, se utiliza el término «visón» para referirnos a unos mamíferos carnívoros pequeños de la familia Mustelidae, la misma familia de las nutrias y las martas. La especie de visón que acapara los titulares es el «visón americano», que hasta hace un tiempo se encontraba dentro del mismo género que el «visón europeo» (Mustela lutreola); sin embargo, investigaciones más recientes han colocado al visón americano en un género aparte, en el que es la única especie: Neovison vison.
A pesar de llevar el mismo nombre, son especies con muchas diferencias entre sí y la relación entre ellas no es tan buena que digamos. La distribución original del visón americano es Norteamérica, en donde se inició la industria peletera de este mamífero a mediados del siglo XIX. A inicios del siglo XX, esta industria se trasladó a Europa, y con ella, se trasladó el visón americano, que pasó a ser invasor de los ecosistemas europeos causando mucho desequilibrio. De hecho, una de las especies que padecieron con su llegada (no voluntaria, claro) fue la Mustela lutreloa, el visón europeo. Este se encuentra en peligro crítico de extinción debido a al especie invasora y a la degradación de su hábitat, de acuerdo a WWF.
Diferencias y semejanzas
El visón americano tiene un cuerpo largo y esbelto que alcanza los 70 centímetros de largo y sobrepasa el kilo y medio de peso; por otro lado, el visón europeo es más pequeño, tiene el cuerpo, las patas y la cola característica de la la familia de los mustélidos, pero no pasa los 40 centímetros y los 700 gramos. El pelaje de ambos tiene tonos marrones, pero el visón europeo se diferencia del americano, por presentar el labio superior de color blanco.
Ambos visones tienen un estilo de vida semiacuático. Casi siempre los vamos a encontrar cerca de arroyos, lagos y estanques; aunque el visón europeo no se deja ver mucho. En su hábitat, construyen sus madrigueras en los troncos de los árboles cercanos a las fuentes de agua. Les encanta el agua. Ahí cazan y juguetean. Su denso pelaje y sus patas les permiten eso. El visón europeo es solitario y de hábitos crepusculares. Usualmente, busca a otros cuando está en etapa reproductiva; es decir, después de los 9 meses de edad.
Los visones americanos tienen un tiempo de gestación de 40 a 75 días; mientras que, los visones europeos, 35 a 72 días. El número de crías también puede variar bastante, la camada puede ser de uno u ocho visones bebés, que técnicamente se llaman kits. Éstos, se destetan a las 10 semanas, pero permanecen con su madre por muchos meses antes de ser independientes. En el caso del visón americano, se independiza entre los seis y diez meses, mientras que el visón europeo lo hace a una edad más temprana.
A pesar de que la relación entre estas dos especies está marcada por la depredación a causa de insertar especies en hábitats ajenos muchos se preguntan si es esto excusa suficiente para mantener a los visones americanos en jaulas pequeñas hasta sacar provecho de su muerte. Hay alternativas que posibilitan la conservación de las especies sin que de alguna forma sufran pero no se está haciendo suficiente al respecto.