En 2010 dos investigadores de EE.UU. descubrieron una hermosa flor nativa de Hawái que crecía en las empinadas laderas boscosas de Helu. Ahora, Cyanea heluensis, el nombre de la única flor, ha sido descrita formalmente. La investigación fue publicada en Phytokeys.
El botánico Hank Oppenheimer y la bióloga Jennifer Higashino ubicaron la flor en un lugar remoto y profundamente sombreado en West Maui.
Única de su tipo
El equipo tomo una pequeña estaca de este individuo con la esperanza de propagarlo en el Centro de Plantas Raras de Olinda en Hawái. Después de muchos intentos, lograron germinar una sola semilla de una fruta recolectada de la planta el año pasado.
La curiosa C. heluensis pertenece a un grupo de plantas llamado Cyanea, el género más rico en especies de Hawái, que se originó a partir de una sola introducción hace 8-10 millones de años. Desde entonces, se ha diversificado en 80 especies diferentes, algunas de las cuales se encuentran en un solo volcán.
La primera vez que Oppenheimer vio la C. heluensis a través de los binoculares, reconoció que las hojas eran diferentes a otras de su género. Luego, cuando se acercó más, pudo confirmar su singularidad. Desde mediados del verano hasta octubre, esta planta tropical produce varias flores blancas en forma de dedos, seguidas de frutas que comienzan en verde y luego maduran en bayas anaranjadas.
Riesgo de extinción
“Cyanea heluensis cae fácilmente en la categoría en peligro crítico”, explica Oppenheimer en su artículo. Esta categoría designa a las especies que enfrentan un riesgo muy alto de extinción en la naturaleza.
Plantas como esta también se enfrentan a la probable pérdida y declive de la mayoría o de todos sus polinizadores aviarios y agentes de dispersión. También están bajo otras amenazas como deslizamientos de tierra y caída de árboles, herbivoría de babosas y ratas exóticas y competencia con plantas exóticas.
“Decenas de plantas nativas como ésta ahora solo se mantienen vivas en viveros”, dijo Matthew Keir, botánico del Departamento de Tierras y Recursos Naturales. “Un solo desastre natural, como un huracán, golpeando un vivero podría causar la extinción de muchas plantas raras”, añadió.
Afortunadamente, los grupos conservacionistas están trabajando arduamente para controlar algunas de las amenazas a esta solitaria especie. Por ejemplo, están eliminando la hierba invasora sudamericana Cortaderia jubata, atrapando ratas y tratando de controlar las cabras y jabalíes que invaden el área.
“La conservación de nuestros ecosistemas y las especies que dependen de ellos también es vital para la supervivencia de la humanidad”, dijo el botánico Steve Perlman del Programa de Prevención de la Extinción de Plantas. Por eso, los continuos esfuerzos de la comunidad botánica son de mucho valor.
Las plantas son seres vivos que aún no entendemos del todo, pero que igual intentamos conocer. El año pasado, una investigación publicada en NatGeo, encontró que las plantas pueden “oír” mucho mejor de lo que pensábamos.