Un nuevo análisis de los datos recopilados durante solo ocho meses a principios de la década de 1990 por el orbitador Magallanes muestra cambios en la superficie de Venus que se pueden atribuir al vulcanismo. Este hallazgo, publicado en Nature Astronomy, sugiere que la actividad volcánica no solo está en curso en Venus, sino que es generalizada.
El equipo de investigación, liderado por el geólogo Davide Sulcanese de la Università d’Annunzio, descubrió que Venus ha tenido una producción volcánica similar a la de la Tierra en los últimos 180 millones de años, lo cual es mucho más de lo que se esperaba. Estos descubrimientos ayudan a los científicos a entender la historia evolutiva de Venus.
Nueva evidencia
Los investigadores encontraron que la señal de retrodispersión, o reflejo del radar, cambió con el tiempo en dos diferentes regiones volcánicas mientras Magallanes sobrevolaba.
«Sugerimos que estos cambios se explican razonablemente como evidencia de nuevos flujos de lava relacionados con actividades volcánicas que ocurrieron durante la misión de mapeo del radar de apertura sintética de la nave espacial Magallanes», escriben los investigadores en su estudio.
Este resultado es relevante al considerar la evolución de Venus y tiene implicaciones para cualquier observación futura del planeta vecino de la Tierra. Esto incluye la detección de gas fosfina, interpretado en 2020 como una posible biofirma.
A pesar de su proximidad relativa a la Tierra, Venus no se comprende bien. Sabemos que tiene un tamaño, masa y composición mineral similar a la Tierra, pero su superficie y atmósfera son muy diferentes. Las condiciones extremas de Venus, con temperaturas y presiones superficiales mucho mayores que las de la Tierra, y una atmósfera espesa de dióxido de carbono que llueve ácido sulfúrico, hacen que la exploración sea difícil.
Vulcanismo en Venus
Magallanes, equipado con radar para penetrar la capa de nubes y mapear la superficie, orbitó Venus de 1990 a 1994. Treinta años después, sigue siendo la mejor información disponible. El análisis detallado de los datos de Magellan reveló cambios en dos regiones entre 1990 y 1992, sugiriendo un vulcanismo continuo.
Los investigadores calcularon el volumen de la producción volcánica, encontrando que Sif Mons tiene una tasa de flujo de 25.2 y Niobe Planitia de 37.8 kilómetros cúbicos por año. En comparación, la tasa de flujo volcánico de la Tierra se estima entre 26 y 34 kilómetros cúbicos por año. Esto sugiere que la producción volcánica de Venus podría ser similar a la de la Tierra.
El año pasado, los científicos postularon que Venus podría experimentar al menos unas cuantas erupciones volcánicas al año. Este nuevo resultado refuerza esa idea. Pero no lo sabremos con certeza hasta que regresemos allí y observemos detenidamente y detenidamente a Venus.
Estos hallazgos subrayan la importancia de la exploración continua de Venus. Afortunadamente, hay misiones en desarrollo, aunque atrasadas, para continuar investigando este intrigante planeta.