Una nueva investigación publicada en Science revela el descubrimiento de dos tipos de células nerviosas hasta hoy desconocidas. Sus implicancias en los tratamientos para enfermedades neurodegenerativas son prometedoras.
Sorpresas
Parece curioso que a pesar de toda nuestra tecnología actual, aún no hayamos mapeado por completo la biología de los mamíferos, órganos y funciones. Por ese motivo, este reciente hallazgo realizado por especialistas en neurociencias ha sorprendido a toda la comunidad científica. Dos tipos de células neuronales completamente desconocidas para la ciencia han sido detectadas. La biología te da sorpresas, sorpresas te da la biología.
Se trata de dos células gliales ubicadas en la zona ventricular-subventricular del cerebro de ratones, concretamente en la cúspide de un ventrículo. Las también llamadas neuroglias, son células son esenciales para el correcto funcionamiento del tejido nervioso. Se encuentran en mucha mayor proporción que las neuronas y, a diferencia de estas, son más pequeñas y no tienen axones ni dendritas. Dado que en el sistema nervioso no hay tejido conjuntivo, las células gliales cumplen la función de sostén y nutrición a las neuronas que transportan los impulsos eléctricos.
En la investigación dirigida por científicos de Universidad de Basilea en Suiza, se examinó muy de cerca el área del cerebro de los ratones, justo en la cúspide del ventrículo que se encontraba lleno de líquido. Dicha zona la poseen todos los mamíferos, incluido el ser humano. Observaron ahí las células madre neuronales multipontentes, es decir, células que pueden convertirse en varios tipos de tejido cerebral. En ellas detectaron el «interruptor» que las impulsa a convertirse en células gliales, incluidos los dos tipos nuevos.
Funciones e implicancias
Sobre la función de estos tipos de células no se sabe mucho aún. Se necesitan más estudios al respecto, y no cabe duda que sus descubridores están ansiosos por conocer más sobre ellas. De momento, han usado un modelo de desmielinización en ratones. Dicha patología daña la capa de mielina de las neuronas. Gracias a ella se reveló que en estos casos las nuevas neuroglias estaban activas, sugiriendo que tendrían un papel en la reparación y plasticidad del tejido nervioso.
Además, los investigadores encontraron que uno de los dos tipos de estas células gliales se hallaba en la pared del ventrículo cerebral en lugar del tejido cerebral. Algo bastante inesperado y sugiere que la nueva célula podría detectar y manejar señales de largo alcance de otras áreas del cerebro. Quizá en el futuro se confirmará, o no, esta hipótesis.
Estos hallazgos son sumamente valiosos, pues son un paso importante en la la búsqueda para comprender mejor la síntesis de células gliales. Por otro lado, para Katherine Baldwin de la Universidad de Carolina del Norte y Debra Silver de la Universidad de Duke, dos biólogas que no fueron parte del estudio, «este descubrimiento sugiere que la gliogénesis adulta está más extendida de lo que se pensaba anteriormente, sentando las bases para posibles terapias regenerativas».
No solo acabamos de conocer algo más sobre nuestro organismo, también nos ayudará en la búsqueda de tratamientos para las tan penosas enfermedades neurodegenerativas.