En 2018 una ola de vientos fríos azotó con fuerza el hemisferio norte. Ahora, según una investigación publicada en JGR Atmospheres el patrón estaría por repetirse. Investigadores británicos han ideado una nueva forma de predecir los efectos colaterales de varios cambios en esta importante corriente de aire en lo alto de la estratosfera.
La causa de esta gélida “Bestia del Este” es un repentino estallido de calor que se filtra en las corrientes durante una ventana de 24 a 48 horas. Con su temperatura aumentando hasta 40° C, el vórtice sufre algunos cambios rápidos. Por ejemplo, cambia de rumbo o se rompe en vórtices secundarios que empujan contra la atmósfera circundante.
Los resultados pueden ser incluso mortales. Hace poco, un repentino evento de calentamiento estratosférico (SSW) empujó el aire polar helado de Siberia a Europa, generando alta presión cargada de nieve.
Sin embargo, no todos los cambios del vórtice polar terminan como un capítulo de Juego de Tronos. Hace dos años, el calentamiento de los vientos polares estratosféricos precedió a uno de los días de invierno más cálidos en la historia registrada del Reino Unido. Por eso, conocer mejor el fenómeno ayuda a tener pronósticos meteorológicos sean más precisos.
Inminente
Por otro lado, a pesar de lo catastróficos que pueden llegar a ser, estos son eventos son relativamente comunes. Los registros sugieren que un promedio de seis de estos eventos ocurren en el vórtice polar del Ártico cada década.
Observaciones desde hace 60 años han proporcionado a los investigadores 40 ejemplos de oscilaciones y divisiones en el vórtice polar estratosférico norte. Con esa data, los investigadores crearon un algoritmo de seguimiento que intenta predecir el impacto que tendrá cada tipo de cambio en los sistemas meteorológicos del hemisferio norte.
Los resultados sugieren que cada vez que el vórtice polar se divide en dos vientos más pequeños, podemos esperar eventos de enfriamiento más severos. Curiosamente, eso es lo que está por ocurrir.
“Como se predijo, las observaciones atmosféricas ahora muestran que la estratosfera ártica está experimentando un evento de calentamiento repentino asociado con un vórtice polar estratosférico que se debilita”, dice Adam Scaife, jefe de predicción de largo alcance en la Oficina Meteorológica del Reino Unido.
Además, el cambio tiene todas las características del tipo más peligroso de evento de calentamiento estratosférico. Esto significa que hay una buena posibilidad de que la caída de temperatura prevista sea significativa.
Futuros modelos
Tener modelos climáticos informados ayudaría a mejorar las probabilidades de saber qué va a ocurrir. Pero, aunque el modelado en esta escala se beneficia de algoritmos mejorados, todavía hay espacio para mucha incertidumbre.
Aun así, herramientas cómo estas mejorarán las probabilidades de adivinar y continuarán haciéndolo cuanto más aprendamos sobre nuestra atmósfera.
“A pesar de este avance, quedan muchas preguntas en cuanto a los mecanismos que causan estos dramáticos eventos y cómo pueden influir en la superficie”, dice el matemático William Seviour de la Universidad de Exeter. “Esta es un área emocionante e importante para futuras investigaciones”, finaliza.