Astrónomos encuentran una enana marrón mucho más ardiente que el Sol

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Astrónomos encuentran una enana marrón mucho más ardiente que el Sol

Ilustración que representa a una enana marrón, un objeto demasiado pesado para ser caracterizado como planeta, pero no lo suficientemente masivo como para alimentarse por fusión nuclear como lo hacen las estrellas. / Goddard Space Flight Center de la NASA

Cada cierto tiempo, los astrónomos descubren un objeto que desafía nuestra comprensión del universo. Esta vez se trata de una enana marrón cuya temperatura supera la del Sol. La investigación ha sido aceptada en Nature Astronomy y está disponible en arXiv.

 

Enanas marrones

Son cuerpos celestes que se encuentran entre los planetas y las estrellas. La del presente hallazgo se encuentra tan cerca de su estrella anfitriona que su temperatura supera los abrasadores 8.000 Kelvin. Situada a 1.400 años luz de distancia, es el objeto más caliente de su tipo jamás descubierto.

Las enanas marrones suelen ser más calientes que los planetas, pero más frías que las enanas rojas de menor temperatura. Sin embargo, WD0032-317B, nombrada así por un equipo internacional liderado por la astrofísica Na’ama Hallakoun del Instituto de Ciencias Weizmann, es una excepción.

 

Investigación y relevancia

Este descubrimiento no es solo un fenómeno récord, también nos aporta conocimientos sobre los gigantes gaseosos similares a Júpiter que orbitan estrellas masivas extremadamente calientes.  

El único otro exoplaneta conocido con suficiente calor para la disociación térmica es KELT-9b|, que orbita alrededor de una supergigante azul. Su lado diurno se calienta a temperaturas superiores a los 4.600 Kelvin, más caliente que la mayoría de las estrellas. 

Las enanas marrones en sistemas binarios con estrellas enanas blancas ofrecen una oportunidad para estudiar estas condiciones extremas. Las enanas blancas son mucho más pequeñas que las supergigantes azules, lo que las hace más tenues y permiten una detección más fácil de cualquier objeto compañero sobrecalentado. 

Aunque no sean del todo planetas ni estrellas, las enanas marrones pueden alcanzar hasta 80 veces la masa de Júpiter y tener temperaturas de unos 2.500 Kelvin. Además, brillan en longitudes de onda infrarrojas.

Por otro lado, las enanas blancas representan la etapa final de la vida de estrellas como el Sol. Emiten calor residual y son extremadamente calientes, con temperaturas comparables a las de las supergigantes azules.

 

La ardiente «estrella»

WD0032-317 es una enana blanca de baja masa que arde a temperaturas de aproximadamente 37,000 Kelvin. En la década de 2000, los datos indicaron que se encontraba en movimiento, impulsada por un compañero en órbita invisible. Observaciones posteriores en el infrarrojo cercano revelaron que este compañero era una enana marrón. 

Los autores confirmaron que tiene una masa de entre 75 y 88 veces la de Júpiter, en una órbita vertiginosa de solo 2,3 horas y está bloqueada por mareas, lo que significa que un lado mira hacia la estrella, mientras que el otro permanece en la oscuridad perpetua.

Según los cálculos, dependiendo del modelo, la temperatura en el lado diurno oscila entre ≈7250 y 9800 Kelvin, mientras que la del lado nocturno es de ≈1300 − 3000 Kelvin, una diferencia de temperatura de ≈6000 K. 

WD0032-317B es el objeto más caliente conocido entre los planetas y las enanas marrones. Esto la convierte en un candidato excepcional para estudiar cómo las estrellas extremadamente calientes pueden evaporar a sus compañeras de menor masa.