Fósil de 120 millones de años revela a un ave con una ostentosa e inconveniente cola

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Fósil de 120 millones de años revela a un ave con una ostentosa e inconveniente cola

(Wang et al./CurrentBiology2021)

Al noreste de China, paleontólogos encontraron un fósil extremadamente detallado de un dinosaurio emplumado que vivió hace unos 120 millones de años. Lo han bauzado como Yuanchuavis (Yuanchuavis kompsosoura), en honor a un ave que en la mitología China era muy similar a un fénix.

La razón de su nombre se debe a que su cuerpo, de unos 30 centímetros, estaba provisto de una larga y extravagante cola.

Cola presuntuosa

Es la primera vez que se descubre un fósil parecido a un pájaro de la era mesozoica con una cola tan ostentosa, un abanico de plumas cortas y un par de plumas muy largas. Estas dos se extienden aproximadamente 30 centímetros, es decir, 1.3 veces más que el cuerpo del ave. Junto a las plumas más cortas, crean una cola que, según los autores, se parece mucho a los de los  quetzales modernos.

El presuntuoso Yuanchuavis pertenece a un grupo de aves mesozoicas llamadas enantiornithes, que significa «aves opuestas». Esto se debe a que la estructura de huesos como la escápula y el coracoides están orientados de forma opuesta al de las aves modernas. En este grupo de aves, Yuanchuavis comparte vínculos con el famoso Archaeopteryx , y se ubican en algún lugar entre el antepasado de las aves modernas y los dinosaurios extintos no aviares.

Los enantiornitas son en realidad un clado hermano de ornithuromorpha, al que pertenecen todas las aves vivas. Después de coexistir uno al lado del otro durante unos 65 millones de años, solo uno de estos clados sobrevivió al evento de extinción masiva que acabó con la mayoría de los dinosaurios.

Una cola muy peculiar

Este suceso ha causado una serie de interrogantes entre los especialistas y aún no se tiene claro porqué un clado de aves sobrevivió y el otro no. Es más, no solo sobrevivieron, sino que los ornituromorfos conquistaron el mundo.

En la era Mesozoica, los antepasados ​​de las aves modernas no parecían tener adornos de cola larga como los que se observan en Yuanchuavis, aunque sí muestran colas de abanico en el registro fósil. De hecho, durante muchos años, se pensó que las colas de abanico habían evolucionado exclusivamente en ornituromorfos. Sin embargo, recientemente también se han descubierto varios fósiles de enantiornitas con esta característica.

La cola de Yuanchuavis es muy peculiar: la mezcla de sus plumas en abanico con las dos plumas alargadas no ha sido vista en ninguna otra ave de su clado.

Un señal honesta

Aunque debe haber sido muy simpática y llamativa, los autores explican que una cola así causaría una serie de inconvenientes, aerodinámicamente hablando. No se sabe porqué Yuanchuavis desarrolló una cola así, pero sospechan que estos plumajes fueron moldeados por selección sexual. Como ejemplo tenemos a los quetzales modernos, quienes utilizan sus colas ostentosas para atraer parejas. El nuevo descubrimiento sugiere que incluso las primeras aves usaban sus plumas para hacer algo similar.

«Los científicos llaman a un rasgo como una cola grande y elegante una ‘señal honesta‘, ya que es perjudicial. Si un animal con ella es capaz de sobrevivir sobrevivir a esa discapacidad, es una señal de que realmente está en forma», explica el paleontólogo Jingmai O’Connor.

«Una ave hembra miraría a un macho con plumas de la cola ridículamente gravosas y pensaría: ‘si es capaz de sobrevivir incluso con una cola tan ridícula, debe tener muy buenos genes‘».

En un entorno densamente boscoso, donde se cree que vivieron la mayoría de los enantiornitas, hay muchas cosas detrás de las cuales uno puede esconderse y huir. Su cola engorrosa quizá no sea tan mala si es lo suficientemente bonita.

«Es bien sabido que la selección sexual juega un papel central en la especiación y el reconocimiento en las aves modernas, lo que da fe de sus enormes y extravagantes plumas, ornamentos, voces y danzas», explica Min Wang, coautor del estudio.