La lluvia es común en muchas partes del mundo; sin embargo, hay lugares en los que no lo es, como en la cima de la capa de hielo de Groenlandia. Un reporte meteorológico local, señala que ha llovido justo en esa área, lo cual es un triste recordatorio de que nuestro clima está cambiando, a gran velocidad.
Este verano boreal, el hemisferio norte experimentó una ola de calor que afectó incluso a la cima del glaciar. En esta ocasión, la temperatura se ha elevado por encima del punto de congelación por tercera vez en menos de una década.
Por primera vez
El 14 de agosto de 2021, en un lugar normalmente demasiado frío para que el agua caiga en forma líquida, la estación Summit del Centro Nacional de Datos de Nieve y Hielo (NSIDC) registró varias horas de lluvia.
“No existe informe previo de lluvia en este lugar, el cual alcanza los 3216 metros de altura”, anunció el NSIDC. El centro señaló además que la cantidad de hielo perdido en un día fue siete veces más que el promedio diario para esta época del año.
Ted Scambos, glaciólogo de la Universidad de Colorado en Boulder dijo que Groenlandia había sufrido tres eventos de derretimiento en una década. “Antes de 1990, eso ocurría aproximadamente una vez cada 150 años”, comentó a The Washington Post. “Ahora llueve en un área donde nunca llovió”.
Lluvia
Las capas de hielo se forman en áreas de nuestro planeta que generalmente no experimentan derretimiento durante el verano. La nieve del invierno se acumula durante miles de años y se comprime bajo el peso de nuevas capas. Los últimos derretimientos han sido causados solo por las temperaturas cálidas del aire, creando redes crecientes de lagos de verano.
Sin embargo, la lluvia no solo derrite la nieve (lo cual contribuye a aumentar los eventos de derretimiento), también tiene la capacidad adicional de alterar la dinámica de la capa de hielo a más largo plazo. Todo esto desestabiliza la zona.
La lluvia cae, se congela en una capa de hielo más oscura y absorbe más calor que el habitual hielo blanco del glaciar. Una vez congelada, formará una barrera lisa, evitando que el agua de deshielo se filtre por debajo de la superficie. Esto luego puede inundar la superficie, causando aún más derretimiento en elevaciones más altas de lo que generalmente impacta la escorrentía.
Preocupación
La capa de hielo de Groenlandia contiene suficiente agua dulce para hacer que el nivel del mar suba 6 metros y tenga una gran influencia en el clima. El reciente informe del IPCC advirtió que superar los 2°C de calentamiento provocará el colapso de esta enorme capa de hielo. Este es uno de los principales puntos de inflexión que preocupan mucho a los científicos.
Tanto las comunidades indígenas que viven en esta región como la vida silvestre están sintiendo los impactos causados por la pérdida de hielo. Más allá de los impactos directos del aumento del nivel del mar, se predice de igual forma que el agua de deshielo de Groenlandia desacelerará la corriente oceánica de la Corriente del Golfo, alterando los patrones de los monzones tropicales, lo cual impactaría las selvas tropicales, es decir, un efecto global.