Estudio en ratones demuestra que los microplásticos pueden bloquear el flujo sanguíneo al cerebro

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Estudio en ratones demuestra que los microplásticos pueden bloquear el flujo sanguíneo al cerebro

Los investigadores pudieron rastrear los microplásticos y los bloqueos relacionados en los cerebros de ratones. (Huang et al., Science Advances, 2025)

Los microplásticos ya están en nuestra comida, en el agua y hasta en nuestro cuerpo. Ahora, los científicos investigan cómo pueden afectar nuestra salud, y los resultados no son nada alentadores.

Un nuevo estudio publicado en Science Advances revela que los microplásticos pueden bloquear el flujo sanguíneo en el cerebro. Esto podría aumentar el riesgo de problemas neurológicos, depresión y enfermedades cardiovasculares.

Un equipo en China siguió en tiempo real cómo los microplásticos viajaban por los vasos sanguíneos de ratones. Es la primera vez que se rastrea su movimiento de esta forma.

Usando imágenes láser de alta resolución, descubrieron que ciertas células con microplásticos quedaban atrapadas en los vasos del cerebro, especialmente en la corteza cerebral.

«Los microplásticos alteran el funcionamiento del tejido al bloquear la circulación sanguínea en lugar de penetrarlo directamente», explicaron los investigadores en su estudio publicado.

También encontraron similitudes entre estos bloqueos y los coágulos de sangre. Además, notaron que los ratones afectados tenían problemas de movimiento, memoria y coordinación.

Los microplásticos son fragmentos de menos de 5 milímetros de diámetro. Como era de esperarse, las partículas más grandes fueron las que causaron más bloqueos.

Afortunadamente, estos bloqueos desaparecieron en un mes y la mayoría de los ratones recuperaron sus funciones cognitivas. Sin embargo, los expertos creen que podrían influir en enfermedades neurológicas.

«Los ratones mostraron síntomas parecidos a la depresión y problemas en el flujo sanguíneo cerebral», dijeron los investigadores. Esto podría estar relacionado con un mayor riesgo de derrames cerebrales.

Aún no está claro si esto ocurre en humanos. Nuestros cerebros y vasos sanguíneos son diferentes a los de los ratones, pero lo suficientemente similares como para preocuparnos.

Todavía queda mucho por estudiar. Los científicos quieren entender cómo se producen estos bloqueos, qué efectos tienen a largo plazo y qué especies pueden verse afectadas.

Otras investigaciones ya han empezado a explorar la relación entre los microplásticos y enfermedades, pero hasta ahora no se ha confirmado un vínculo directo en humanos.

Los expertos sugieren que se hagan estudios con mamíferos más grandes, como primates, para comprobar si los efectos son similares en organismos más parecidos al nuestro.

«Los efectos a largo plazo de los microplásticos en la salud mental y cardiovascular son preocupantes», concluyeron los investigadores.