Un estudio reciente publicado en Nature Geoscience advierte que el 70% de la población mundial podría enfrentar cambios climáticos extremos en las próximas dos décadas.
Según el investigador Bjørn Samset del Centro de Investigación Climática Internacional (CICERO) en Noruega, incluso en el mejor de los casos, 1.500 millones de personas se verán afectadas, siempre que se logre una drástica reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero. Sin embargo, este objetivo aún está lejos de cumplirse.
Futuros bloqueados
El equipo de científicos climáticos, liderado por Carley Iles, utilizó modelos que sugieren que muchos de los efectos futuros ya están «bloqueados», es decir, que son inevitables debido a las actuales condiciones climáticas. La única manera de afrontar esta situación es prepararse para la alta probabilidad de eventos extremos en las próximas dos décadas.
Los recientes fenómenos climáticos extremos ya son una señal de lo que está por venir. Según los datos del servicio climático europeo Copernicus, la Tierra experimentó el verano más caluroso registrado en el hemisferio norte, mientras que el hemisferio sur vivió un invierno inusualmente cálido.
Estos aumentos en la temperatura global han generado incendios, inundaciones, tormentas y sequías que han afectado cultivos, exacerbado la hambruna y facilitado la propagación de enfermedades.
Jennifer Francis, científica climática del Centro de Investigación Climática Woodwell, comparó la situación con vivir en una zona de guerra, donde el constante bombardeo y el ruido de las armas han hecho que las personas se vuelvan insensibles a lo que deberían ser alarmas urgentes.
Incendios forestales
El modelo desarrollado por Iles y su equipo sugiere que los cambios climáticos extremos avanzarán más rápidamente que hasta ahora, aumentando el riesgo de que se presenten múltiples fenómenos peligrosos de manera sucesiva o simultánea.
Un ejemplo reciente es el aumento de los incendios forestales, agravado por la combinación de rayos secos y condiciones de sequía. En Pakistán, en 2022, una ola de calor extremo fue seguida de inundaciones sin precedentes que afectaron a millones de personas.
El estudio subraya que la sociedad es especialmente vulnerable cuando varios desastres ocurren al mismo tiempo.
Las olas de calor, por ejemplo, pueden generar estrés térmico en humanos y animales, dañar los ecosistemas, reducir el rendimiento agrícola y afectar el funcionamiento de plantas energéticas. De manera similar, las lluvias extremas pueden causar inundaciones que dañen infraestructuras y cultivos, además de reducir la calidad del agua.
Un mundo más caliente
De acuerdo con los científicos, las regiones tropicales y subtropicales, donde habita la mayoría de la población mundial, enfrentarán los mayores desafíos. Aunque la reducción de emisiones podría mitigar algunos de estos efectos, también generará problemas inmediatos en ciertas regiones, como en Asia, donde la limpieza del aire podría acelerar el calentamiento global y afectar los monzones.
El estudio concluye que, incluso en un escenario de bajas emisiones, es esencial implementar medidas de mitigación y adaptación para enfrentar los cambios climáticos extremos que se avecinan.