Es debido a la fiebre del dengue que cada año se registran entre 100 y 400 millones de infecciones y fallecen más de 25 mil personas. Actualmente no tiene un tratamiento especifico, esto lo convierte en el virus transmitido por mosquitos más crítico del mundo.
Desde hace algunos años se puso a prueba un enfoque experimental, el cual acerca a los científicos un paso más hacia la eliminación de la propagación del virus del dengue, transmitido por las hembras de Aedes aegypti. Los resultados se encuentran publicados en New England Journal of Medicine.
El virus y la bacteria
El dengue tiene prevalencia en las áreas tropicales y subtropicales de todo el mundo y, a menudo, presenta síntomas muy similares a los de la gripe por lo que es importante asistir a los centros de salud para realizar una diferenciación. Incluso es posible que se desarrollen casos severos asociados con hemorragias, insuficiencia orgánica múltiple y riesgo de muerte. Como tratamiento se recomienda consumir muchos líquidos y analgésicos, pues un tratamiento específico no existe aún. Hay una vacuna disponible, pero su aplicación solo está recomendada para personas que ya han sido infectadas, pues ocasiona síntomas severos.
Afortunadamente, investigadores realizaron un ensayo aleatorizado y doble ciego durante 27 meses en una ciudad de Indonesia, a fin de introducir mosquitos infectados con una bacteria Gram negativa llamada Wolbachia.
Dicha bacteria afecta naturalmente a artrópodos, el 60% de especies insectos la tiene y, cuando se introduce a A. aegypti, se transmite de generación en generación. Esto significa que eventualmente, todos los mosquitos de una población estarán infectados con Wolbachia.
En los mosquitos infectados, la bacteria ralentiza la reproducción del virus, haciendo menos probable que sean transmitidos a otras personas. Curiosamente, se ha demostrado que Wolbachia actúa de igual manera contra la fiebre amarilla, el virus Zika y el chikungunya. Se ha trabajado con esta bacteria y el dengue desde el año 1980, pero no fue hasta el 2005 que el estudiante de posgrado Connor McMeniman logró transferir la cepa “popcorn” de Wolbachia a los mosquitos Aedes aegypti.
Método Wolbachia
En la investigación, el equipo dividió la ciudad de Yogyakarta en 24 grupos geográficos. Doce de estos fueron considerados como grupos de intervención, en los que liberaron mosquitos infectados con Wolbachia. Los otros 12 se consideraron como grupos de control pero, en los 24 lugares no cesaron las medidas locales para el control del mosquito.
Luego, reclutaron a personas de entre 3 y 45 años que acudieron a las clínicas de atención primaria con algún tipo de fiebre indiferenciada durante los siguientes 27 meses. Mediante pruebas de laboratorio identificaron qué casos eran de dengue y cuáles no.
En total, participaron en el estudio 8144 personas y en los grupos de intervención solo 67 tuvieron la enfermedad, es decir, el 2.3% se infectó con el virus. En contraste, en el grupo control se detectaron 318 casos de dengue, equivalentes a 9.4%. Los resultados revelan que la introducción de mosquitos portadores de bacterias redujo la propagación del dengue en un 77,1 %. Algo similar sucedió con sus cuatro subtipos.
Adicionalmente, el equipo encontró que, de las 67 personas infectadas en el grupo de intervención, solo 13 fueron hospitalizados por los síntomas. El 86% desarrolló la forma leve de la enfermedad.
Una década
Los científicos vienen realizando este procedimiento de infección a los mosquitos A. aegypti con la bacteria Wolbachia desde hace más de una década, y los han liberado también en sitios de prueba, como Brasil y Fiji. Además, las investigaciones han demostrado que este tipo de proyecto supone riesgos insignificantes para la salud de las personas y del ambiente. De hecho, en el extremo norte de Queensland, Australia, el dengue ha sido prácticamente erradicado gracias al Método Wolbachia del Programa Mundial de Mosquitos.
Sin embargo, el enfoque más reciente es uno de los primeros ensayos aleatorios, ya que usualmente es difícil establecer parámetros adecuados cuando se trata de trabajar con poblaciones del mundo real, como es el caso de Yogyakarta. Al mismo tiempo, es el primero en medir el dengue confirmado virológicamente, convirtiéndolo en la prueba más completa hasta la fecha.