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Satélites de Starlink están aumentando en la radiación y preocupando a la astronomía

Los satélites Starlink pasan cerca del Bosque Nacional Carson, Nuevo México, fotografiados poco después del lanzamiento. / M. Lewinsky

La proliferación de satélites en órbita alrededor de la Tierra está generando más radiación en bandas de frecuencia protegidas, lo que afecta gravemente la radioastronomía. En particular, la nueva generación de satélites Starlink de SpaceX (conocida como v2mini y v2mini Direct-to-Cell) está emitiendo hasta 32 veces más radiación que sus predecesores.

Según un estudio publicado en Astronomy & Astrophysics, el problema radica en que parte de esa radiación se encuentra en longitudes de onda destinadas a la radioastronomía. Estas ondas deberían mantenerse libres de interferencias para permitir observaciones claras del espacio. 

En 2023, SpaceX ya había sido advertido de esta situación y prometió tomar medidas correctivas. Sin embargo, la cifra de satélites en órbita ha crecido hasta 6,398, exacerbando la situación

Contaminación

El astrónomo Cees Bassa, del Instituto Holandés de Radioastronomía (ASTRON), explicó que los satélites de segunda generación de Starlink emiten radiación no deseada en un rango más amplio de frecuencias que los satélites de primera generación. 

Comparando esta radiación con las fuentes astrofísicas más débiles que se observan con el telescopio LOFAR, Bassa destacó que la diferencia de brillo es abrumadora. «Es 10 millones de veces más brillante que las fuentes astrofísicas más tenues», dijo Bassa.

Además, SpaceX lanza aproximadamente 40 satélites de segunda generación cada semana, lo que agrava aún más el problema. Y aunque SpaceX es uno de los actores más grandes en este sector, otras compañías como OneWeb, Amazon y China también planean desplegar miles de satélites en órbita baja.

El principal impacto visible de esta situación es la contaminación lumínica que generan los satélites, visibles como rayas en las observaciones astronómicas realizadas al anochecer. 

Sin embargo, el problema va más allá de la luz visible. Un estudio previo reveló que los satélites de estas constelaciones están filtrando ondas de radio fuera del rango de 10.7 a 12.7 gigahercios (GHz), afectando la banda de 150.05 a 153 megahercios (MHz), utilizada para la radioastronomía. 

La investigación 

El estudio actual utilizó datos de LOFAR, una red europea de alrededor de 20,000 antenas de radio, y encontró que los satélites Starlink de segunda generación emiten en el rango de 110 a 188 MHz, con emisiones significativamente más fuertes que las de los satélites anteriores. 

Lamentablemente, no existen regulaciones que aborden la filtración de radiación electromagnética no intencionada de estos satélites. Los investigadores insisten en la necesidad de implementar normativas para controlar este problema, que empeorará a medida que más satélites se lancen al espacio.

Los científicos también instan a Starlink a usar sus análisis para identificar la fuente de la radiación y corregir el problema antes de que se salga de control. Federico Di Vruno, del Observatorio SKA, señaló que «Starlink tiene la oportunidad de marcar un estándar» en la industria espacial.

La radioastronomía no solo es crucial para la investigación espacial, sino que también ha impulsado avances tecnológicos utilizados en la Tierra, como el Wi-Fi y la imagenología médica. 

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